7/8/11

León Felix Batista (Presencias reales: la poesía dominicana actual)



Revista Ping Pong ¿Cuál fue tu primer contacto con la publicación: recitales, blogs, revistas, festivales, premios…?
León Félix Batista: Mis primeros poemas salieron en el desaparecido suplemento “Cultura” del diario vespertino El Nacional, en mayo de 1984. Todavía me estremece pensar que, atrevidamente, me dedicaron la publicación completa: 4 páginas tabloides con mucho texto y 2 fotos. Luego otros diarios, la revista “Extensión” de la UASD, lecturas públicas del Taller Literario César Vallejo y mi primer premio en un concurso para estudiantes de bachillerato, con el que gané una beca de estudios. ¿Blogs? Ni siquiera existía el Internet (o tal vez sí, pero no estaba hábil para civiles): fue algo muy posterior.
Revista Ping Pong ¿Cuál es la imagen que piensas que se proyecta de la actual poesía Dominicana? ¿Consideras que se atiene a la realidad de la actual creación?
León Félix Batista: ¿A “la realidad de la actual creación” dónde, en qué estrato, geográfico o de nuestra lengua? La poesía dominicana actual es muy diversa, e inciden simultáneamente al menos 5 generaciones: sorprendidos (queda un miembro vivo, aunque inactivo), cuarentiochistas, de postguerra, ochentistas, noventistas y novísimos, sin contar la generación perdida o intermedia de los 70s y los poetas sin filiación, que los hay. Esta diversidad proviene, a mi modo de ver, de que el pulso binario en nuestra tradición poética ha pendulado hasta hoy. Quiero decir que existen dos “fuerzas” que pulsean desde siempre: formalismo y contenidismo, y uno sustituye al otro o se le superpone hasta que el otro se impone de nuevo. Mira si no es así: Vedrinismo-Postumismo, Postumismo-Sorprendidos, Sorprendidos-Post-guerra, Post-guerra-80s, 80s-novísimos. Hasta el infinito. (Mi opinión: las voces más interesantes por lo común se sitúan en un ángulo intermedio, en la hibridez, en un sancocho estético, y siempre existen poetas marginales dentro de un impulso dominante). Pero, ateniéndonos a los más jóvenes, desde los 80 hasta acá, pues creo que la imagen que se proyecta es de actualidad y contemporaneidad con lo que se escribe en otros ámbitos. Es evidente el paralelismo, por ejemplo de los ochentistas con los cubanos de Diáspora(s). Y, del mismo modo que los poetas de Post-guerra –y esto va en su defensa– estaban a tono con la corriente de poesía revolucionaria en América Latina, los novísimos de hoy tienen un vínculo identificatorio con cierta poesía del área. Y digo “cierta” a propósito, puesto que la variedad es patente en todos nuestros países.
Revista Ping Pong  -  ¿Crees que el desinterés dejado por las generaciones anteriores a la poesía y a su difusión (ausencia de revistas y editoriales) ha afectado a los poetas más jóvenes? O al contrario, ¿los ha fortalecido y los ha conducido a explorar nuevas formas de expresión y difusión?
León Félix Batista: Las revistas han desaparecido, es cierto, como los suplementos culturales, pero el caso de las editoriales es lo opuesto: proliferan. Y dudo que tenga que ver esa desaparición con el desinterés de las generaciones anteriores. El problema es más complejo, y tiene que ver con la economía y los beneficios netos de los medios. Hoy en día es más fácil que nunca antes publicar un libro en nuestro país, aunque esta facilidad tenga en contra los bemoles que deja un filtro muy ancho por el que se cuela todo, lo excelente como lo malo. Y, bueno, sí: esta ausencia de espacios donde publicar ha hecho que los más jóvenes intenten otras maneras de difundir lo suyo, como en el Internet, por ejemplo, o las cartoneras y las lecturas abiertas y los performances. Aunque, sobre esto último, debo añadir que en otros países no ha sido necesaria una crisis para expresarse con perfomances u otros medios, como la poesía gráfica, por ejemplo, o los talk poems de David Antin, sino que lo tradicional se ha complementado con estas expresiones desde hace mucho. Nosotros solemos olvidar la explosión en los 70s del Pluralismo, cuando lo gráfico, lo sonoro y lo escrito convergieron. Como también, curiosamente, olvidamos la contemporaneidad del Contextualismo, que extrema estos recursos hasta “contaminar” la poesía con colores, comics, fotografía, drama, ensayo e intertextualidades. De todas formas, vale: las nuevas generaciones han explotado como nadie otras formas de expresión, sí.
Revista Ping Pong  - ¿Puedes identificar los pros y los contras de las agrupaciones, los movimientos o las mafias en la poesía dominicana?
León Félix Batista: ¡Uf, qué pregunta! ¿Pros y contras? Imagino que como todo: el azúcar produce energía y también diabetes, el agua refresca y ahoga, las llamas cuecen y escuecen… Agrupaciones y movimientos estarían en la columna de los “pros”; las mafias, en la de los “contras”, si es que existen. Las congregaciones de poetas apoyándose mutuamente o imantados por criterios estéticos similares son positivas, como en el caso de los talleres y círculos literarios. Lo mismo los movimientos, aun cuando algunos tienen un basamento teórico cuestionable, y sirven a mucha gente para adquirir prebendas, nombradía, viajes, etc. Pero está bien: no matan a nadie con eso, y suelen diluirse por sí solos. Pero “mafias”, propiamente, no las hay, me parece. Algo que sí ocurre, en nuestra poesía, son actitudes propias de los cánidos: aparece un poeta Alfa que consigue un Alfa 2 que lo apoya en su propuesta poética, y varios otros perros se constituyen en manada, sobre todo si el poeta Alfa adquiere cierta prestancia y poder social, mediático o político, que muchas veces es la misma vaina. Pero su perjuicio es leve, ya que normalmente se conforman con ser los reyes de la Isla, y descuidan el escenario internacional, donde el Poder es relativo y se precisa calidad literaria para imponerse.
Revista Ping Pong  - Además de escribir poesía, ¿incursionas en otros géneros literarios?
León Félix Batista: he escrito ensayos toda mi vida, y cuentos (que nunca he publicado) desde los 90s. También traduzco del inglés y del portugués, acción que considero creación literaria. ¡Ah! Y tengo como 3 novelas escritas en mi cráneo, que sólo se podrían leer practicándome una lobotomía, cosa a la que no estoy dispuesto, así que permanecerán por ahora inéditas…
Revista Ping Pong -  ¿Cuáles consideras que son tus influencias? ¿Cuáles opinas que son los referentes literarios a los que miras en tu poética?
León Félix Batista: Difícil, difícil: soy un lector de todo y de todos, y me dejo permear, contaminar. Leo filosofía, ciencia, religión, cosmología, ciencias ocultas, psicoanálisis… Las lecturas de Clarice Lispector, el noveau roman y Nabokov han influenciado mi poesía, creo (espero, deseo). El Pessoa de “El libro del desasosiego”, todo Cioran, Beckett, Julián Ríos y Wittgestein, sin dudas. Pero poesía también, claro, muchas veces “la otra” poesía: Cortázar, Gérard de Cortanze, Caballero Bonald, Ponge, Aloyssus, Edmond Jabès… Y, claro, Haroldo, Lezama, Kozer, Celan, Del cabral, Herberto Helder, the L=A=N=G=U=A=G=E poets, Aníbal Núñez, el OULIPO, Eshleman, Ashbery, los neobarrocos, David Huerta, los objetivistas y Vallejo, por nombrar. ¿Quién más? Los tipos raros: Verástegui, Joserramón Meléndez, Girri, Ullán, Juan Luis Martínez. En fin, dejo esos nombres, pero mis filiaciones tal vez sean más, tal vez sean otras. Que los críticos las excaven.
Revista Ping Pong - ¿Qué relación mantienes con los poetas dominicanos que viven en el país y en el exterior?
León Félix Batista: pienso que buena, relativamente buena y permanente. Hay poetas que se formaron conmigo (o yo con ellos), lo que nos vincula de algún modo para siempre, para mal, para bien. A otros les debo lecturas, libros, nombres: son los más viejos. Algunos jóvenes también: pese a las diferencias generacionales nos logramos entender y de muchos he sido editor. Con los de afuera por igual, ya que yo mismo fui un exiliado por dos décadas. Los leo a todos, siempre, con interés, curiosidad y entusiasmo.
Revista Ping Pong - ¿Y con la poesía en otras lenguas?
León Félix Batista: tengo, por fortuna, amigos entrañables que escriben en otras lenguas. Empezando por el norteamericano Clayton Eshleman, de quien soy traductor al español. En Nueva York me vi y conversé varias veces con Ashbery y Mark Strand, aunque a ambos les perdí la pista luego. Y desde que fui edecán de Derek Walcott en Santo Domingo desarrollamos una linda amistad. Eso sin contar tantos poetas bilingües del Niuyorican Poets Café con los que me envolví. Pero si te fijas ninguno de ellos es mi contemporáneo, y echo de menos esa relación. En el ámbito del portugués brasileño, pues he publicado mucho por allá, incluso un libro (que presentaré en Sao Paulo en septiembre); me han traducido y he traducido a mi vez. Soy amigo de Claudio Daniel, Josely Vianna Baptista, Carlito Azevedo, Jussara Salazar, Horácio Costa, Virna Teixeira, Fabiano Calixto, Marcelo Tapia, lo fui de Wilson Bueno, y de muchos, muchos más. Aparte, me precio de mi relación lectora con poetas fronterizos que me interesan un mundo, como Douglas Diegues y Cristino Bogado, que escriben en portuñol, o las mescolanzas con el mapuche que hace Huenún y la poesía “bifronte” de Heriberto Yépez.
Revista Ping Pong -  ¿A qué piensas que se debe que la poesía dominicana se conozca tan poco a nivel internacional?
León Félix Batista: Es un fenómeno de muchas cabezas: falta de empuje y distribución editorial, aspectos socioeconómicos y políticos y la desidia natural de nuestros poetas. ¿Por qué se conoce tanto lo que se hace en Cuba? ¿Acaso porque pesa su tremenda tradición poética? Pues no tanto o no únicamente: nosotros tenemos una historia poética sustanciosa, pero ¡no hemos hecho la revolución que atrajo todos los ojos del mundo a esa querida isla! Súmale a esto la reductora conciencia isleña que tenemos, la idea de que basta ser conocido en la aldea, y tendrás un cóctel molotov que estalla dentro de la casa. Por fortuna ese desconocimiento ha empezado a revertirse, me parece.
Revista Ping Pong - Además de escribir poemas, ¿te interesa la traducción, escribir reseñas o críticas, participar en recitales, hacer perfomances…?
León Félix Batista: ¿Traducción? Pues hasta un libro de traducciones publicados tengo: “Los rombos de la red” (2000). ¿Reseñas y críticas? He escrito muchas, aunque no tantas como quisiera, ya que escribiendo lo que piensas de un libro X en nuestro país puedes arriesgar una amistad y hasta la integridad física. ¿Participación en recitales? No lo hago mucho en el país, porque me considero un pésimo lector en voz alta de mi obra, y, francamente, prefiero ser leído. Pero cuando voy a festivales internacionales de poesía, lo que ocurre con relativa frecuencia, pues, ni modo: no tengo alternativa. ¿Performances? Pues eso no se me da fuera de mi propia habitación. Ya quisiera.
Revista Ping Pong- ¿Qué diferencias estableces entre lo que publicas en el blog (si tienes blog) y lo que publicas en un libro?
León Félix Batista: en mi blog (http://www.leonfelixbatista.blogspot.com/, desde 2009) sólo publico información e imágenes relativas a mi obra y actividades, ya que se trata de un blog personal. Normalmente no subo mi poesía (aunque las traducciones sí), tal vez por un apego cavernícola al libro en papel, al que reconduzco siempre a los posibles lectores. Además hay una cantidad considerable de poesía mía en la red, incluyendo un e-book gratuito (“Cadáver Colorido”, http://jap90.tripod.com/elibrosgratis/). Y nunca, pero nunca, coloco en mi blog poesía inédita, porque ya me gradué de tallerista.
Revista Ping Pong - ¿En qué estás trabajando actualmente?
León Félix Batista: Puliendo con cierta urgencia y por penúltima vez mi libro “Caducidad”, pues la editorial española Amargord (Madrid) lo publicará en noviembre en su Colección Trasatlántica. Redondeando “An anatomy of the night/ Una anatomía de la noche”, primera antología en español de Clayton Eshleman, que traduje para la editorial mexicana Aldus (también para este otoño). Y continúo escribiendo, desde 2006, 3 libros de poesía al mismo tiempo, pero por nada del mundo diré los títulos…
Poemas de León Felix Batista 
A
anal. (adj., zool., del lat. anus) Procuro franquear su régimen de ser, otorgándole estatuto de liturgia. Mi culto es específico, más alto que la muerte, dominando las demás epifanías. Doble estrato riguroso para darle por ahí, con el fósil dilatando todo el diámetro: se asomará la sima y el torrente jubiloso de sus contracorrientes. Al bajar la corvadura de intervalos de prodigios me aproxima a los espejos de expresar su circunstancia. Asedios a la esfera, ligerezas de la sonda: de más leves hundimientos brotará la subversión. Bajo un código de fe, macerando amaneceres de sus luces gaseosas.
angelical. (adj., del lat. angĕlus, y este del gr. άγγελος, mensajero) Recupero bien el rostro, contumaz en sus manchones, pero más su construcción rudimental. Miradas amarillas tramando red de alambres para frenar mi raudo corazón contranatura. Uno queda en nudo, solo, militando en lo confuso, hasta rehacer los hechos: a la radio fragorosa (proscribiendo el inconciente) se le vio extenderse a todo: licuefaciendo sillas, volviendo masas voces. Oscura luz pillaba, con rudo desbalance, su mazo ya curtido bajo atavío caqui, dos párpados hundidos pintados densamente y haciéndola más hembra con escándalos de plata. Los ácidos regresan en las índoles etéreas de gestos de su mano tomados del común que, vueltos sobre el sino, pero en vórtice de flor, fermentan bajo tierra.
aprendiz. (adj., m. y f., del lat. apprehendĕre) Oleosas las falanges (designadas a abscribirme) aparentan divergir, mas lo cierto es que atenazan. Así de raro el aire exagerado que me envuelve: caracol adelgazado y entre garras de palmípedo. Es el próspero despliegue, circular y proceloso, que vindica y perpetúa todas las profundidades. Y, febril por lo fusible, también se envuelve el labio, describe escalamientos desasido de la base y apostándose en la cúpula: no estoy en el contexto. Para mí no habrá templanza, renuevos de amapolas, a partir de este disturbio. Me basta procurar no ser el pasto nulo, sin fibra, de esas fiebres.
axilas. (f., pl., del lat. axilla) Acorralo por las costas, bajo sagaz cotejo, la película de babas, celosías infecciosas. Los sentidos son mucosas en un vidrio embalsamado, recayendo en la epidermis secreciones. Es que el órgano vadea los contornos que perturban, cuando se volatiliza entre los visos de las venas: los periplos vigorosos ramifican, aberrantes, pero espesos de emulsiones que erupcionan. Incansables las elipsis, los desiertos sucesivos: los espacios estragados hasta el ras.


León Félix Batista (Santo Domingo, 1964), ha publicado El Oscuro Semejante (1989), Negro Eterno (1997), Vicio (1999), Burdel Nirvana (2001, Premio de Poesía “Casa de Teatro”), Mosaico Fluido (2006, Premio de Poesía “Emilio Prud'Homme”), Pseudolibro (2008, Premio de Poesía “Universidad Central del Este”)Se borra si es leído, poesía 1989-99 (2000); Crónico (Buenos Aires, 2000); Prosa del que está en la esfera(Buenos Aires, 2006); Inflamable (Montevideo, 2009) y Delirium semen ( México, 2010). Aparece incluido en varias antologías publicadas en diversos países, entre ellas Zur Dos (última poesía latinoamericana, Madrid, 2005), Jardín de Camaleones (la poesía neobarroca en América Latina, Brasil, 2005), Cuerpo Plural (antología de la poesía hispanoamericana contemporánea, Pretextos, Valencia, 2010) y La luz es culpable (poesía dominicana contemporánea, Visor, Madrid, 2011) y Un país imaginario (Escrituras y transtextos de poetas latinoamericanos 1960-1979, Ecuador, 2011)En 2003 se publicó en Brasil su antología español-portugués Prosa do que está na esfera. Ha sido parcialmente traducido al inglés, sueco, alemán, italiano e indi.