30/9/09

Eva Márquez


Crisis
Crisis
crisis
crisis
inmersos en la moda del
mundo de las crisis, coyunturas
inestables perdidas en el
hipercrédito, hiperconsumismo
hiperdeudas, hiper-soledades
en crisis



crisis de personalidades, entre los 35 a 45
hace meses se me adelantó
como un dichoso menstruo
un mal sangrado
hormonado con progesterona,

crisis de amargados
en caras lánguidas, agridulces
de mala hostia y todos dulces
todos en crisis,
clientes, vecinos, amigos
desconocidos, filias míos

me gritan, ignoran
esputan, salpican
vomitan sus tarjetas de descrédito
con saldo -cero
y se disculpan en la crisis,

crisis del dinero
crisis del beso
crisis del poco-mucho negocio
del negocio de tus neuronas
son hienas a la espera
de mi último aliento
para chuparme la sangre, y
desgarrarme la billetera de encantos

crisis del mal genio, hipocondría
tratada con psiquiatría
de tres a cuarto
automedicación, capitalización
de miedos en compras de cosas
banales que creemos existenciales

crisis de la calumnia
de la alegría en los sobacos
del metro atiborrao de sobaos
con malas voces y peores sueños,
crisis del conocimiento
con espanto al entumecimiento
de miradas cercanas,

hoy conocí a un guapo ingeniero
de metalurgias procedente de Rumania
ya perdió la ironía
aquí era compañía de un anciano
ulceroso de Alzheimer por 1300 Euros
allá donde no queda lugar para
la crisis, por 300 euros
la mina hacia compañía

por un instante de crisis, de la mía
sus ojos diluviados en tristeza
apenaron los míos, pero
solo fue un instante
la única crisis que asola mi
Estado, es la del hueco
de mi ascensor
donde subes, bajas
bajas, subes
y tus dedos no
tocan mi botón
hacia el
séptimo
cielo.

33 cenizas
Sólo conté treinta tres
¿cuantas cenizas caben
en una urna?
espacios de un Si
y de un NO,

hubo vida para renacer-se en siete hijos
no lo hubo para arroparlos
no para besos de Buenas noches
no hubo baños de risas y
patitos de goma

Título de fin de semana
vividor camionero de lunes a viernes
tras cada éxodo, colegas de tasca
y fichas de dominó, su familia

no hubo deberes del colé
ni salidas al parque los sábados
ni hubo visitas al pueblo
si fotografía de un libro
de familia, numerosa
que ya nadie conserva,
si hubo ocasión para perseguir a los hijos
cuchillo en mano,
si para someter a una mujer
al borde del suicidio,
platos rotos en el aire
si al concierto de Michael Jackson 1987
una excursión a Barcelona, otra a Cádiz
si a juegos marcianos de un Astram CPC 464
de la época

no hubo abrazos sinceros
ni te-quieros embotellados
ni cortas o largas charlas
ni sonrisas de fin de año

una vez dibuje su muerte
ironías de la vida
desee no haber dibujado
un camión le arrebato el tiempo
que nunca estimó,

conté
33 cenizas

hice de su recuerdo un mito,
mi James Dean de Gigantes
endulce lo malo y
ensalce lo poco bueno
una década de losa olvidada
mudada en cenizas abandonadas
recuperé sus restos y buscando un
sentido a lo absurdo, las rocié
sobre el río de su pueblo
(el que jamás conocí)
junto con siete rosas

hubo momento para añorar, para odiar
no hubo tiempo para amar
en aquél puente, el viento impregnó
sus cenizas sobre mi rostro
derramé lágrimas grises
aún hoy, me pregunto porqué

tal vez,
aquélla
fue la única vez
que mi padre
me besaba en
un abrazo.

Lágrimas ácidas
días de encarcelamiento angustioso
marcados por un neumococo caprichoso
alojado en tus pequeñitas ramificaciones
pulmonares,
nueve los aguijonazos de hoy tatuados
en tus muñecas y bracitos,
hematomas y desgarros dejan a su paso
las lágrimas ácidas que vierten mis ojos
cuerpo adentro,
tu estentórea llamada pesa en mi alma
a golpe de hachazo
clavada en un pasillo frente a la sala de enfermería
donde insensibles a tus gritos
las ATS acostumbradas al dolor infantil
ni siquiera levantan la vista de sus tareas,
en la espera soy un fetiche de vudú
manipulada al antojo del sin sentido
convertida en un espectro anodino e
inútil a tus reclamos,
me arrancaría los tímpanos
cegaría mis ojos enajenados
escaparía corriendo de allí
pero mis pies se han hecho cemento
desmembrados del resto del cuerpo
tras un absceso de pánico,
y tú pequeño rostro congestionado por
el berrinche soberano dibujado de disgusto
regresa a mí, y me abrazas con toda la fuerza
que tu aliento te consiente,
cuando recuperas el sosiego
te conviertes en mi pequeña nube
de algodón de caramelo
y te paseas por la habitación 414 con
un gorro amarillo de piscina en la cabeza y un
tapón del lavabo haciendo las veces de tu
cocoliso ,
No hay peor dolor en el mundo que
ser mero espectador del sufrimiento
de un hijo, y aunque en breve será un
débil recuerdo para mi nube de caramelo
durante los meses venideros
estos momentos serán el paranoico
acosador de mis temores.

Eva Márquez ( 1974,  Madrid)  Licenciaciada en Derecho por la Universidad Complutense de Alcalá de Henares, profesional en el sector Seguros y actual profesión en expansión (además de Madre), escritora novel sin publicaciones hasta la fecha. En el próximo mes de Junio el poema que adjunto (Lágrimas ácidas) será publicado en la próxima edición (del mes de junio) del  Fanzine Asturiano Cruce de Caminos.  El resto de los poemas son todos inéditos. Lleva un blog en la siguiente dirección. http://cosasqnuncatedire.blogspot.com/