12/4/07

Diez poemas de Frank O’Hara






Autobiografía literaria

Cuando era niño
jugaba conmigo mismo
en un rincón del patio escolar,
completamente solo.
Odiaba las muñecas y
odiaba los juegos, los animales
no eran amistosos y los pájaros
volaban lejos.
Si alguien me buscaba,
me escondía tras un árbol
y gritaba “Soy un huérfano.”
Y ahora  estoy aquí,
¡el centro de toda belleza!
¡escribiendo estos poemas!
¡Imagínense!


Poema

La hiedra ataca la estatua.
Pongamos que se trata
de un busto de Colón erigido
por una comunidad de italianos.

Tras contemplar la falta
de interés de esa estatua
ante el avance de la hiedra,
reconozco cómo la hierba

actúa bajo mis pies.
Estar siempre en la cima,
como dicen los financistas,
¿no es demasiado?

la hierba se arrastra, la hiedra se entrelaza,
y al igual que yo este mármol
es incapaz de sonreír
ante la sencillez de este temor.



¿Por qué no soy pintor?  

No soy pintor, soy poeta.
¿Por qué? Creo que preferiría
ser pintor, pero no lo soy. Veamos
un ejemplo, Mike Goldberg
empieza un cuadro. Voy a su estudio.“Siéntate y bebe algo”, me
dice. Bebo; bebemos. Miro
el cuadro. “Dice SARDINAS”.“Sí, necesitaba  algo ahí”.“Ah”. Me voy y pasan los días
y vuelvo de nuevo al estudio. El cuadro
sigue su curso, y me voy, y pasan
los días. Paso a visitarlo. El cuadro está
terminado. “¿Dónde están las SARDINAS?”.
Tan solo quedan letras.
“Era demasiado”, dice Mike.
 ¿En cuanto a mí? Un día pienso en
un color: naranja. Escribo un verso
sobre el naranja. De repente hay una
página entera de palabras, no unos versos.
Luego, otra página. Debería haber
mucho más, no más del naranja, más
palabras, sobre cuán tremendo son el naranja
y la vida. Pasan los días. Hasta lo hice en
prosa, soy un poeta auténtico. El poema
está terminado y aún no mencioné
el naranja. Son doce poemas que titulo naranjas.
Y un día en una galería
veo el cuadro de Mike, se llama SARDINAS.

Pasos 

Cuan alegre te encuentras hoy Nueva York
como Ginger Rogers en Swingtime
y con la aguja de  la iglesia de Saint Bridge inclinada un poco a la izquierda
recién he saltado de la cama lleno de días V
(estoy cansado de los días D) y de  esta melancolía
tú sigues ahí aprobando mi idiotez y mi libertinaje
todo lo que quiero es un cuarto arriba
contigo dentro
e incluso este tapón infinito sirve
para que los peatones se peguen y rocen
y cuando sus botas ortopédicas se atascan
ellos siguen juntos
por el resto del día (que día)
salgo a darle un vistazo a una diapositiva y digo
esa pintura no es tan azul
¿dónde está Lana Turner?
está afuera comiendo
y la Garbo está en los camerinos del Met
todos están quitándose los abrigos
de manera tal que pueden mostrar sus costillas a los seguidores de las costillas
y el parque está lleno de bailarines y sus mallas y zapatillas
en pequeñas bolsas
por lo que en ocasiones los confunden con los que levantan pesas
en el gimnasio del West Side
por qué no
los Piratas de Pittsburg gritan porque ganaron
y en un sentido todos estamos ganando
seguimos vivos

el apartamento lo dejó una pareja gay
que se mudó al campo en busca de diversión
se mudaron en un día de repente
e incluso los atracos están combatiendo la sobrepoblación
aunque en el país equivocado
y todos esos mentirosos han abandonado las Naciones Unidas
el edificio Seagram nunca más será un rival de interés
no que necesitemos el licor ( tan sólo lo adoramos)
y la cajita está afuera en la acera
cerca de la Delicatessen
para que el viejo pueda sentarse a beber cerveza
y sea golpeado por su esposa más tarde en el día
mientras el sol sigue brillando

Oh Dios que maravilloso
es levantarse de la cama
y beber mucho café
y fumar muchos cigarrillos
y amarte en exceso

Poema

Cuando me pongo depresivo ansioso y taciturno
lo único que tienes que hacer es quitarte la ropa
y todo se me borra porque me enseñas  la ternura de la vida
que somos carne y respiramos y estamos juntos
y mientras te conviertes en  quien realmente eres
yo me convierto en quien realmente soy
en vida y conociendo apenas lo que es
importante y lo que es importante para mí
más allá de esos incidentes y accidentes
que surgen de las relaciones
y que no tienen que ver con mi vida
cuando estás ante mí siento que la vida es fuerte
y que venceremos a todos los enemigos y a todos los míos
y a todos los tuyos y a los tuyos en ti y a los míos en mí
la lógica enferma y el débil raciocinio son curados
por la perfecta simetría de  tus brazos y tus piernas
que se extienden y nos unen en un círculo eterno
y crean una columna de oro frente al Atlántico
la  tenue línea de cabello que divide tu torso
le da descanso a mi mente  y arroja mis emociones
hacia el aire infinito donde una vez que  estemos juntos
lo estaremos siempre en esta vida pase lo que pase

El día que Lady Day murió 

Son las 12: 20 en Nueva York un viernes
tres días tras la toma de Bastilla, sí
es 1959 y voy a buscar un limpiabotas
ya que me bajaré del 4:19  hacia  Easthampton
a  eso de las  7: 15 e iré directamente a la cena
y no conozco la gente que me alimentará

deambulo por la húmeda calle  que empieza a  solearse
y ordeno un hamburguer y una batida y compro  un horrible New World Writing
para ver que están  haciendo los poetas de Ghana en estos días
me dirijo al banco  y la señorita Stillwagon
(de nombre Linda según oí)
ni siquiera mira hacia mi balance por primera vez en su vida
y en el Golden Griffin compro algo de Verlaine
para Patsy con dibujos de Bonnard aunque
pienso en Hesíodo, traducido  por Richmon Lattimore
o  en lo último de Brendan Behan o en  Le Balcon o  Les Negres
de Genet, pero no - tras prácticamente quedar
adormecido ante estos dilemas - me quedo con Verlaine.

y para Mike voy al liquor store
de PARK LANE  y pido una botella de Strega
y entonces hago el camino de vuelta hasta la  Sexta Avenida
y en el quiosco del Ziegfeld Theatre pido
por casualidad un paquete de Gauloises y un paquete  de Picayunes,
y un New York Post que  muestra su cara

y ahora estoy sudando un montón y pensando
en la vez que  me recliné  en la puerta del baño del 5 SPOT
mientras ella le  susurraba una canción ante el  piano
a Mal Waldron y todo el mundo dejaba de respirar 


Poema

¡Krushchev viene en el día indicado!
                                 la grácil y helada  luz
es empujada fuera del enorme muelle de cristal por el intenso viento
y todo se agita, apresurándonos
                                 este país
tiene  de todos menos politesse, un taxista puertorriqueño
dice y cinco jevitas que veo pasar
                                                  se parecen a Piedei Gimbel
con su pelo rubio agitándose,
                                                 como cuando yo empujaba
a su pequeña hija en el columpio del patio y hacía viento
anoche fuimos al cine y a la salida,
                                               Ionesco es más grande
que Beckett, dijo Vincent, es lo que creo,
                               crepes de mora
y deben de estar quejándose de Khrushchev en Washington,
                                                                                                   no politesse
Vincent cuenta acerca del viaje de su mamá a Suecia
                                                                        Hans nos cuenta
sobre la vida de su padre en Suecia, sonaba como Grace Hartigan
pintando Suecia
Así que  me voy a la cama y una serie de nombres flotan en mi cabeza
Purgatorio Merchado, Gerhard Schwartz y  Gaspar Gonzales,
todos figuras desconocidas de la madrugada en que salgo al trabajo
donde el demonio de los años va
                                 cuando septiembre toma Nueva York
y lo convierte en estalactitas de ozono
                             depósitos de luz
                              entonces me levanto
preparo café, leo a Francois Villon, su vida , tan intensa
Nueva York enceguece y mi corbata se agita en la calle me gustaría que se
desprendiera
                                             aunque está frío y de alguna manera calienta mi cuello
mientras el tren lleva a Krushchev a la Estación de Pensilvania
                  y la luz parece eterna
                  y la alegría parece ser inexorable
                 Soy tan tonto que siempre lo noto en el viento


Adieu a Norman, Bonjour a Joan y Jean Paul

Son las 12:10 en Nueva York y me pregunto
si acabaré a tiempo para almorzar con Norman
¡Ah el almuerzo! Me voy a volver loco
con esta terrible resaca y el fin de semana que se avecina
en la casa de campo de Kenneth Koch
deseo quedarme en la ciudad y trabajar en mis poemas
en el estudio de Joan en un nuevo libro para Grove Press
que ellos probablemente no publicarán
pero es tan rico estar en un piso altísimo en la noche muerta
pensando en sí eres tan bueno o no
y la única decisión que puedes tomar es que lo hiciste

ayer le di un vistazo a la rue Frémicourt en un mapa
y me alegré de encontrarla como un pájaro
volando sobre Paris et ses envions
lo cual desafortunadamente no incluía Seine-et-Oise que no conozco
así como un sinnúmero de cosas
y Allen ha vuelto hablando un montón de Dios
y Peter está de vuelta y no dice ni pío
y Joe tiene un resfriado y no va al coro de Kenneth
aunque él viene para almorzar con Norman
lo que me hace pensar que él está sacando pies 
anyway, ¿quién no lo ha hecho?

ojalá estuviera paseando en Paris
en vez de pasear por Nueva York
la verdad preferiría no estar paseando
es primavera el hielo se ha derretido el Ricard se ha servido

estamos alegres y somos  jóvenes y  ya no nos quedan dientes
es igual que la vejez
lo único que podemos hacer es seguir
¿es tan sencillo?
sí, es tan sencillo porque es lo único que se puede hacer
¿puedes hacerlo?
sí, puedes, porque es lo único que se puede hacer
sigue la luz azul sobre el Bois de Boulogne
el Sena sigue
el Louvre sigue abierto casi nunca cierra
el bar Américain sigue siendo francés
de Gaulle sigue siendo argelino como Camus
Shirley Goldfarb sigue siendo Shirle Goldfarb
y Jane Hazan sigue siendo Jane Freilicher (¡creo!)
e Irving Sandler sigue siendo el balayeur des artistes
y así yo (a veces creo que estoy enamorado de la pintura)
y de seguro la piscina Deligny sigue teniendo agua
y el Flore sigue con mesas periódicos y gente sentada
y de seguro nosotros no debemos seguir siendo infelices
debemos ser felices
pero debemos seguir siendo nosotros mismos todo sigue siendo posible
René Char, Pierre Reverdy, Samuel Beckett son posibles ¿no es cierto?
amo a Reverdy por decir sí, aunque no le crea


Poema

¡Lana Turner colapsa!
Estaba paseando por ahí y de repente
empezó a llover y a nevar
y decías que granizaba
pero el granizo te pega fuerte en la cabeza
así que nevaba de veras
y llovía y estaba tan ansioso
de verte pero el tráfico
estaba actuando exactamente como el cielo
y de repente veo un titular
¡LANA TURNER COLAPSA!
no hay nieve en Hollywood
no hay lluvia en California
he estado en un montón de fiestas
y me he portado tan pero tan mal
pero nunca he colapsado
Oh Lana Turner te amamos recupérate


Ave María

Madres de Norteamérica,
                                                ¡dejen a sus hijos ir al cine!
sáquenlos de casa para que no sepan lo que  están tramando
es cierto que el aire fresco hace bien al cuerpo
                                                                     pero qué hay del alma
que crece a oscuras, labrada  con  imágenes plateadas
y cuando ustedes envejezcan porque habrán de envejecer
                                                                                                            ellos no las odiarán
no las criticarán ni lo sabrán
                                                        estarán en algún país
sofisticado
del que oyeron por primera vez un sábado a la tarde o mientras se escapaban de la escuela   
tal vez incluso les estén agradecidos
                                                                    por su primera experiencia sexual
que a ustedes les costó solo veinticinco centavos
                                                                           y no alteró la paz hogareña
así sabrán de dónde vienen las golosinas
                                                             y las bolsas gratuitas de palomita de maíz
tan gratuitas como irse antes de que termine la película
con un amable desconocido cuyo departamento queda en el edificio Cielo en la Tierra
cerca del puente Williamsburg
oh madres cuán felices habrán hecho a los carajitos
porque si no se van con nadie del cine no sabrán de qué 
se pierden y si se van con alguien será un valor agregado   
y se habrán divertido de veras en cualquiera de los dos casos
en vez de haraganear en el patio
o arriba en sus cuartos
                                                                                         odiándolas
prematuramente ya que ustedes no habrán hecho nada terriblemente malo excepto alejarlos de los placeres más oscuros
                                                                               lo último es imperdonable
así que no me culpen si no siguen este consejo
                                                                               y la familia se desintegra
y sus hijos se vuelven viejos y ciegos frente al televisor                                                                                                       mirando
las películas que no los dejaban ver cuando eran jóvenes


(Traducción por Frank Báez)