24/7/17

Poemas de Rossalinna Benjamín


Cuerpo en el tocador

¡Corran, gentiles, hay un cuerpo en el tocador!
En tu fondo frío se ven venir morbosos y asustados
me gozo imaginando mis contusiones
llaga fresca
torrente rojo desde mi cara al lavabo
Atreviéndose viscosamente hacia el otro abismo bajo la puerta.
¡Ah, espejito, espejito! ¿No es hermosa tal rotura?

Craaackkkk sostenido de las bisagras…
Turbada delicia del drama en ciernes
Sadismo atento mi cuello en su ajena curvatura
hacia mis manos que se frotan bajo el chorro tibio.
Espejito, espejito…¿no es hermosa tal tortura?

Una mujer se apiada
me presta su sombra
otra, mas bella aún, me echa unos polvos
un travesti moviendo la cabeza incrédulo
me pone su oscura mascara
resignada coloreo mis labios a mordidas
y levanto la mirada temiendo lo inevitable...
se alejan decepcionados y murmuran en el pasillo:
¡Bah! No hay ningun cuerpo.
Apenas una infeliz retocándose el ser para afrontar la burla
de las sobras de esta existencia puta y su piedad
de pacotilla
¡Qué tontería!
Me aligero.

Mi puño contra tu estampida
escupe a chispazos la única sangre que correrá
por las patéticas venas de esta noche sin rugidos.
En la angustia fractal de tu certeza rota...
Se va ensayando de a poco esta belleza obligada
¡Maldito, espejito!
¿Eso soy, esta grieta?




No le tengo miedo al monster

¡Santa María Madre de Dios! ¡Ruega por nosotros pecadores y el fruto de tu vientre Jesús! There's no monster! There's no monsters!
¡Aaaggghh!!!! El monster ronca en el hall. ¿Por qué mami no despierta?
¡Santa María, madre de Dios!
El monster come to my door, el monster quiere come in!
El monster abre la puerta, el monster viene a mi cama,
el monster is pulling my cover, Ay, el monster grabbed my feet!
El monster wants my pijamas, el monster juega con me,
el monster no existe! Los monsters no existen!
Mami dice que el monster no existe. This is no real!
It is just a nightmare!
El monster no existe. ¡No le tengo miedo!
There's no monster! ¡Santa María, Santa María!

LenguaG5miy@ dice:

Esto es una voz en baja frecuencia
leyendo unos versos
teledirigidos
en rayos gamma
al hemisferio izquierdo del pana
tendido ahí para la inyección letal,
que fingía ser "El monster"
para espantar a su child.

Si me hubieras preguntado,
te habrías ahorrado los minutos del disfraz.
papá, no era necesario,
él, ya sabía, que eres tú,
y que El Monster,
es otro de los personajes que no existe de este lado
de la cortina blanca, debajo del arcoiris,
porque si existiera
vendría alguna noche a rescatarlo.

Se orina porque tiene miedo, de todas maneras,
pues me dijo que da igual,
porque está solo,
que hasta de día, que estás sin máscara, le asustas.

Este cuerpo ya no o la inercia de cada quien

Un dos tres cuatro cinco
¡Aire!
¡Al jugar a los ciegos boca arriba despliega el silencio sus alas de niebla
Se orienta y desorienta sin rastro de euforia ni ansiedad
el cuerpo emprende el sueño hacia el Everest ZZZ
sueño hacia el Everest ZZZZ
hacia el Everest ZZZZZ
el Everest ZZZZZZ
Everest ZZZZZZZ!

El Magnífico asoma raudo su meñique, y ¡Zas!
Ahí vas,
marioneta acobardada,
colgado (por la nuca y sin pijama)
de la foránea inmisericorde uña divina
y su enorme mirada traviesa te sigue curiosa de lado a lado
de lado a lado, de lado a lado ZZZZZZZ
Un dos- tres- cuantro- cinco
Agua!

En la camilla. Siempre ronda la angustia la camilla
Siempre entra el calor sudando tragedia a la camilla
Siempre imanes a tu pecho en la camilla
¿Para atraer qué
que te importe, que te quede?
¿Cuántas veces deberás decirles, despierto, que no son tu sueños metal?
¡Pero es que ellos!..

Un dos tres cuatro cinco
¡Fuego!
¡Diablos!
¡No le acertaste ni a una ardilla
en esos diez meses en Afganistán!
Y ya ni queda rabia.

¿Y por qué el tal Alá, alias Yahvé, alias Jehová,
te guiña el ojo debido a eso?
No vas para allá. Suspiras.
¿O quizás?
Siempre llegan mil preguntas rumbo al Everest ZZZ
preguntas rumbo al Everest ZZZZ
rumbo al Everest ZZZZZ
al Everest ZZZZZZ
Everest ZZZZZZZ

Pero que te suelte ya! Stop, stop!
Te estás mareando
y aun no avistas señales de hipnosis
en sus locos ojos de noche Van Gogh.
Ay, que te deje!
¡Ya basta!
yabastadetantopenduleartesinpermiso! ZZZ
yabastadearrebatartedetucuerpoencadasiesta!! ZZZZ
yabastadelibrealbedriodeshabilitadoinjustamente!!!ZZZZZ
yabastadejuegosalgatoyratóncontuvidadetrapos!!!! ZZZZZZ
yabastadesersuratóneneljuegodelgatocontutrapodevida!!!!!ZZZZZZZ
¡Basta!
¿Qué se piensa que eres tú?
Tranquilo, vamos a denunciarlo ante Foucault.

Atormentan cincuenta manos en la camilla,
Veinticinco corazones combatiendo asustados
la quietud de tu pellejo en la camilla.
¿Qué es esto? Acaso ya llegaron los norcoreanos con los temidos juguetes?
¡Que te suelten! ZZZZZZZ
A ver si puedes negociar con este gigante abstraído ZZZZZZ
tu derecho a pisar ZZZZZ
¡Ay, esos nimbos allá abajo! ZZZZ

Gotereando impotencia en la camilla ZZZ
Un dos tres cuatro cinco ZZ
Tierra!
¡Cuánto duele la mañana
en cada espalda!

Huella del cuerpo ausente

Ese frío en la otra almohada
ese vacío en la última silla
ese olor a cuerpo ausente
ese Amén de menos al final de la plegaria
ese espacio que sobra...
ese silencio extra
ese error que falta
esa libertad que duele
esa normalidad que ha vuelto
eso
es la nada
que te dice que al fin, ya me he ido.

Extremidades superiores

Siempre unas madrugadas más sabia que yo,
mi pequeña mano recorría calladamente
las barandas de la preocupación
cuidando de no apretar ni sujetarse ni golpear
sino masajeando apenas sus durezas inciertas
con las yemas del indice y el pulgar
cálidas o frías dependiendo de la estacion del llanto.

Así me guiaba hasta los pies torcidos del insomnio,
como quien besa la frente de una muñeca justo antes de tirarla al vertedero.
Despues de tantas jornadas de este gentil desasosiego
conocía de memoria todos los pasajes
del silencio de mi mano.
Arrastraba por ellos los cuchillos de loca bajo mi cráneo
El insano aullido de mi piel revuelta a media sombra
Mi penoso rumor de mascota olvidada
El afinado concierto de lo negro en mis venas
El canto destemplado de tanta promesa rota en mis coyunturas.

Y mi mano chica y diestra,
paciente espera a la salida de todo,
siempre pluma en mi cosquilla
siempre vidrio, piedra y vacío
al final de mi escalera de intentos,
me soltaba sin apego ni maldad
en el cuadrilatero del día,
mi nuevo oponente,
sediento de carne para quemar en su perenne risa de idiota.



Rossalinna Benjamín (Miches, 1979). Es miembro fundadora del Círculo Literario El Viento Frío y forma parte del Movimiento Interiorista. Ganó la Primera Mención Honorífica en Poesía Categoría Universitaria 2008, en el Concurso Nacional Para Talleristas Literarios que organiza el Ministerio de Cultura. Ganó el Premio Internacional de poesía joven Feria del Libro 2011 con su poemario Manual para asesinar narcisos. También ha publicado La Ovejita y Diario del desapego. Actualmente vive en New Jersey.