25/11/08

Luís Chacón

Página 2 del diario de Emily. Al final, un texto inédito cortesía de su psicólogo.
i
Los sesenta son una porquería.
Ni siquiera el LSD es suficiente
para huir de este trance.
Al menos eso dice mi papá
mientras agarra a mamá por el pelo
y bromea con llamar al nueve uno uno.
Ella amenaza con denunciarlo.
Ambos ríen. Saben que no va a ocurrir.
Él continúa golpeándola.
Mamá actúa como buena esposa.

ii
Adentro de mi hermana
crecía un tumor psicodélico.
Cuando murió
me obligaron a ponerme un vestido rojo
con rayas negras.
La última vez que la vi
ya habían cavado la fosa.

iii
El domingo nos sentamos
a comer juntos en la mesa del patio.
Cuatro años, dos días, ocho minutos después
de dos semanas de reproches,
mi mamá se fue de la casa.
La familia había caducado.



Viendo un film mudo
Hay que entender algo:
el mundo está hecho
de miles de pequeñas enseñanzas.
Que uno decida no aprender
no es culpa de nadie.

Cortometraje
Toma uno:
el niño que
en el garaje de la casa
juega fútbol
con una bola de baloncesto.

Toma dos:
años después,
mientras se alista para ir al trabajo,
descubre que la vida
no es más que un rebote en la pared sucia
con la bola equivocada.

Flash Back
En el cine
me guiabas con tu mano
por las imágenes consecutivas.

Afuera,
cada quien sigue su camino.

Depende del tipo de cine –decías- si
es el inteligente,
o el tuyo.

¿Acaso el cine es inteligente?
¿O tal vez uno le sigue el juego?

Unas gafas
no hacen de Spielberg
un Buñuel.



Charles Manson canta Helter Skelter
La misma
mierda
cuelga
de los
árboles.

Dice Nietzche:
es el alma.

Un pájaro
picotea
otro pájaro.

Tantos años,
ya he
olvidado
la letra.



Luís Chacón Ortiz. (1986, San José, Costa Rica.) Estudio
Filología Española en la universidad. Ha publicado El Sur (Ediciones Fecit, Navarra, 2007). Blog:
http://www.lasabana.blogspot.com./