21/8/07

Poemas de Kenneth Koch*





Variaciones de un tema  de William Carlos Williams

1
Demolí la casa por lo que ahorrabas
para mudarte el próximo verano.
Lo siento, pero era temprano, y no tenía nada que hacer
Y sus vigas de madera eran tan atractivas.

2
Juntos nos reímos de las malvas
Y después las rocié con lejía.
Perdóname. Simplemente no se lo que estoy haciendo.

3
Regale el dinero que estabas ahorrando para vivir
los próximos diez años.
El hombre que me lo pidió era andrajoso
Y el viento firme de Marzo en la terraza era tan frío y jugoso.

4
Anoche fuimos a bailar y te partí una pierna.
Perdóname. Fui torpe, y
Te quería aquí en emergencia, ¡donde yo soy el doctor!



Aire Fresco

[Fragmento]

1
En la Sociedad Poética un tipo se pone de pie
para decir “¡Me enferman con su cháchara sobre la contención y el talento maduro!
¿Es que nunca han mirado por la ventana
una pintura de Matisse,
o es que siempre se han hospedado en hoteles
con demasiadas arañas arrastrándose por sus caras?
¿Alguna vez miraron dentro de una botella de refresco, 
o vieron a un ciudadano ser partido en dos por un rayo?
Me temo que nunca han sonreído ante la hibernación
de unos cachorros de oso excepto que vieron en ello alguna profunda relación con el sufrimiento humano y sus deseos, 
¡Oh que pandilla de locos!”
El hombre de cabello negro vuelve a sentarse, y los otros disparan flechas hacia él.
Un tipo rubio se levanta y dice,
“¡Tiene razón! ¿Por que debemos organizarnos para defender
el reino del aburrimiento?
Hay tanta gente babosa asociada a la poesía,
también, ¡gente que no sabe nada de ella!
No estoy recomendando que los poetas sean amigables entre si
y se organicen para luchar contra ellos,
simplemente que los parta un rayo.”Entonces, las mediocridades reunidas dispararon flechas
hacia el tipo rubio.
El presidente subió a la plataforma, ¡OH era físicamente horrible!
de extremidades cortas y huesos pequeños, 
se creía el gran seductor,
pero era calvo con algunos pelillos negros muy cómicos,
y su voz sonaba como agua saliendo de una bañera de
vaselina,
y dijo, “El tema de la discusión de esta noche Es la poesía
Sobre el amor entre cisnes.” Y todos
arrojaron corazoncitos de caramelo
a ese tipo asqueroso, que se quedaron pegados a su babero 
y su faldón,
y jubiloso bailó de un lado a otro de la plataforma  
y recito la poesía de sus amiguitos –pero el tipo rubio 
sacó la cabeza de entre una nube y recito poemas sobre el Este
y los truenos,
y el tipo de cabello negro se movía por la estratosfera
cantando poemas sobre terribles ballenas de carbón prehistórico,
y el tipo baboso con corazoncitos de caramelo 
pegados por todas partes se desgastó como papel de cigarrillo orinado por las abejas,
y todos los profesores dejaron la sala 
para volver a sus asuntos,  y todo lo que quedo fueron 
cinco o seis poetas
y juntos cantaron el nuevo poema del siglo veintiuno
el cual, a pesar de estar influenciado por Mallarmé, 
Shelley, Byron y Whitman,
y un millón de poetas más, era completamente original
y es tan excitante que no puede ser repetido aquí.
Deben ir a la Sociedad Poética y esperar a que pase.
Una vez escuchen este poema,
no amarán ningún otro,
Una vez sueñen este sueño quedaran
inconsolables,
Una vez hayan amado este sueño quedaran como muertos,
¡Una vez hayan visitado los pasajes del gran arte de este tiempo!

2
“¡OH volver a tener diecisiete años
otra vez,” canto el tipo pelirrojo, “y no saber
que la poesía
esta regida por el cetro de los tontos, de los sordos,
y de los trepadores!”
Y la gente gritando maltrató su cuerpo inmortal
con piedras
y lanzaron su primitiva comedia al mar
desde el que canto poemas irrevocablemente tristes.
¿Quiénes son los grandes poetas de nuestro tiempo,
y cuáles son sus nombres?
Yeats de influencia funesta, Auden de influencia funesta,
Eliot de influencia funesta
(¿Es Eliot un gran poeta? Nadie sabe), Hardy, Stevens,
Williams (¿Es Hardy de nuestro tiempo?),
Hopkins (¿Es Hopkins de nuestro tiempo?), Rilke (¿Es Rilke de nuestro
tiempo?), Lorca (¿Es Lorca de nuestro tiempo?), ¿quién es aún de nuestro tiempo?
Mallarmé, Valery, Apollinaire, Eluard, Reverdy, los poetas
Franceses son aun de nuestro tiempo,
Pasternak y Mayakovsky, ¿es Jouve de nuestro tiempo?
Somos poetas jóvenes en América, tiemblan las editoriales
y las universidades,
sobre todo tiemblan en las universidades, lavan los escalones
de la biblioteca con su saliva,
hacen gárgaras de inocuos (¿para quién?) poemas
sobre árboles de arce y de sus hijos,
a veces tienen el valor de escribir sobre la Villa d’Este
o un faro de Rhode Island,
¡Qué gusanos son! Quieren perfeccionar su forma.
¿Y no podrían estos jóvenes, puestos en cualquier otra profesión tener un gran éxito, digamos en navegar un barco?
No lo dudo, Señor, y me gustaría probarlos.
(Un avión vuela sobre el barco sosteniendo una bomba
pero quizá no la deje caer,
los jóvenes poetas de la universidad miran ansiosamente
hacia el cielo,
recuerdan sus días en el Campus
cuando miraban arriba para ver a los pájaros cagando,
están recordando los días que pasaron componiendo
sus elegantes poemas.)
¿No hay una voz que grite desde el viento y diga
que se siente ser el viento,
ser maltratado por los árboles y sacar música
de las casas dispersas
y las piedras, y tener una relación tan íntima
con el mar que no puedes entenderla? 
¿No hay nadie que se sienta como
un par de pantalones?

3
¡El verano en los árboles! “Es hora de estrangular
a varios poetas malos.”
El caballito amarillo se mece atrás y adelante, y
de la chimenea cae 
¡El Estrangulador! Las rosas blancas y rosadas están
un poco agitadas por la lucha,
Pero luego junto al "poeta" muerto se agazapan
cómodamente en su jarrón. Ahora están seguras,
nadie las comparará con el mar.


Bromeando

Bromeando eres terrible a veces
cuando siento que debo hacerlo
de repente comportarme como un mono, amontonando nieve
encima de un amigo
cuando se que eso no me hará ganar su corazón;
gritando muy alto sin razón alguna, comiendo de manera
ruidosa, corriendo y ladrando 
como un perro por las calles oscuras
asustando a los habitantes, tirándome sobre los recortes
y los maniquíes en la vitrina de una tienda, y gritando
¡Boffo!
me divierto mucho aparentemente. 
¿Pero no es esta una apariencia sin fe?
Porque soy un bromista, un burro
y no puedo dejar de ser
ridículo, mi lengua pegada a la ventana
Vlop vlap no puedo despegarla
¡Se ha congelado!
Como puedo contar lo que hay en mi corazón
mientras imito los golpes de cabeza de un rinoceronte
o las ondulaciones de los brazos del pulpo
no soy más que un desgraciado payaso
una serie
de cosas humillantes.
Como un paisaje lejano.
Mujeres heladas que se asoman como torres.
Aun así a veces eres deslumbrante,
¡Bromeando!
Deshacerte de los problemas
de una persona
convirtiéndote en otro, moviéndote, sacudiéndote
como si no importara nada más que el hoy
de hecho nada
pero en este preciso momento –las cinco treinta y uno AM. 
Apio creciendo en la planicie
Remolinos de nieve en las montañas.



*Durante los sesenta,  Frank O' Hara, John Ashbery, Kenneth Koch, James Schuyler, Ted Berrigan y algunos otros eran conocidos como La Escuela de Nueva York. Esta agrupación proviene de la antología de poesía norteamericana publicada por Donald Allen en 1960 y se formó de manera natural. Estos poetas eran amigos, se mencionaban entre ellos en sus poemas, vivían en Nueva York, y sus versos hacían alusión a los sofisticados placeres de la ciudad. También, las fuentes de las cuales bebían su poesía eran distintas de las de la mayoría de los poetas norteamericanos contemporáneos. Al igual que Olson, Duncan, o Ginsberg, estos poetas rechazaban las ideas de la crítica y al poema formal y cerrado. Pero pocos poetas norteamericanos en los cincuenta guardaban una relación tan intima con los pintores avant-garde y sus obras; mucho del estilo de Ashbery, O’Hara, Schuyler y Koch puede explicarse haciendo referencia al Expresionismo
Abstracto y al collage; el trabajo de Fairfield Porter fue de gran influencia en Schuyler. 

Del Expresionismo Abstracto, dice Ashbery, O’Hara adopto su
concepto del arte como proceso, del “poema como la crónica del acto creativo que lo produce.” Mucho de lo que preocupaba a sus contemporáneos parecía no importar a estos poetas. Temas sociales o políticos –la controversia de su generación con los Estados Unidos- rara vez aparecen en sus poemas, incluso durante la
guerra en Vietnam. No sintieron ese interés espiritual que llevo a Gary Snyder al Budismo Zen, a Duncan al Hermetismo, y a Ginsberg a rezarle a prácticamente cualquier dios, diosa, espíritu, y poder espiritual que ha concebido la mente humana. A O’Hara todo esto le causaba mucha gracia, se consideraba antirreligioso. Las experiencias místicas eran comunes en San Francisco, pero estaban ausentes en la Escuela de Nueva York.

Kenneth Koch (1925-2002) escribió su primer poema a los siete años y durante su adolescencia editó la revista literaria de su escuela. Estudio en la Universidad de Cincinnati hasta ser reclutado en 1943 y enviado al Pacífico, donde el joven Koch quién anduvo por ahí como un niño/rezándole a Dios que nunca vuelva a haber otra guerra/O si la hay, que no este yo en ella (A la Segunda Guerra Mundial) luchó en la batalla de Leyte, perdió sus lentes
en la selva, y a cada sonido de metralla se tiraba al suelo y disparaba ciegamente al aire. Durante la pesadilla de la guerra, Koch se aferraba a la idea de su destino, se decía a si mismo No pueden matarme –por mi poesía. Debo vivir para poder escribirla (A la Segunda Guerra Mundial), una idea que luego le pareció graciosa. Se puede decir que tuvo suerte, contrajo
hepatitis y tuvo que ser evacuado a un hospital en Guam justo antes de que su división fuese enviada a Okinawa (la batalla de Okinawa se considera una de las más sangrientas de la historia militar norteamericana), donde sufrieron grandes bajas.

En 1946, ingresa en Harvard. La lista de graduados de Harvard y Radcliffede esa época que luego se convertirían en grandes poetas es impresionante: entre ellos Robert Creeley, Donald Hall,
Robert Bly, y Adrienne Rich. Sin embargo, el más importante para Koch fueJohn Ashbery. Ambos se conocieron en el otoño de 1947, cuando Koch erael editor de The Harvard Advocate. Al graduarse en 1948, se muda a Nueva York donde realiza estudios en la Universidad de Columbia, sin perder nunca contacto con Ashbery, quien le escribe contándole sobre el trabajo de otro compañero de Harvard, Frank O’Hara: Creo que tenemos un nuevo contendiente. Con el tiempo, los tres se convertirían en grandes amigos. Koch luego comentaría lo importante e inspirador que fue para él el trabajo de sus amigos. Mientras componía When the Sun Tries to Go On, hablaba todos los días con O’Hara por teléfono, quién también se encontraba trabajando en un largo poema (Second Avenue), se leían uno al otro lo que habían escrito y lo comentaban. Su primer libro, Poems, es publicado en 1953. Aparte de poesía, también publicó ficción y obras de teatro. Fue profesor en la Universidad de Columbia durante cuarenta años, llego a impartir cursos de escritura creativa y poesía para niños y ancianos en Francia, Italia, Haití, Malasia y China.

En los noventa, durante una entrevista con David Kennedy, diría:
Estábamos, me parece –y dudo al hablar por otras personas- al mirar los poemas de esa época, que estábamos particularmente interesados en la superficie del lenguaje y como nos estimulaba lo que estaba pasando, en lugar de pensar y encontrar la palabra precisa para ello, más bien dejar que las palabras encontraran el tema o que definieran el tema por nosotros. John sin duda diría esto de otra manera, lo mismo Jimmy y Frank, si estuviesen aquí para decirlo y ojalá que así fuera. Había una cierta cantidad de humor en todo nuestro trabajo…Quizás se pueda caracterizar a la poesía de la Escuela de Nueva York de tener como uno de sus temas principales la riqueza y la plenitud de la vida, caudalosa y estimulante y feliz.

(Traducción y nota por Giselle Rodríguez Cid)