25/11/08

Mario León Rodríguez

De La curvatura del silencio, 2006 ECR.
no importa ligar aspirinas con cerveza
emborracharse inmediatamente después del desayuno
amanecer con los pulmones llenos de herrumbre
seguir aguantando a ese imbécil que sale cada día a las cinco pe eme
de una oficina
tiempo muerto que cambia por dinero
un poco de música que se deshoja hasta ponerse gris
un libro de kerouac que va medio leyendo en un pobre inglés que no le alcanza
de un arroz que a fuerza de costumbre sigue quedando sueltito
recuerdos que llegan marcados con salitre y pinceladas de mierda de palomas
de esas manos despedazadas tan suaves tan blancas
naufragadas en cualquier sucia esquina del miedo
no importan los condones o que te rompan el culo
ni tus obsesiones de araña siempre enredada en telarañas de otros
no importan tus poemas
al final sólo rescatás un poemario de amor
de ellas que amablemente se sumergieron en vos con todo y (sus) tus vicios
sospecharon algo que ni vos te imaginabas
de tus comentarios ácidos y despechados
de tu gorda soledad entre la hambruna de cualquier bar
imaginaron pececitos de colores bailando bajo la luna pasada por agua
entre los acuarios de tus ojos suicidas despedazándose entre el humo de un san
josé
a las cincopeeme
después de diez o más horas de electrochoques de oficina
y no importan tus discos de jazz
ni el libro en inglés que desenredás a poquitos por pura pereza
volvés a vos mismo sin ánimos
para escucharte llover
para enredarte en una noche atrapada en esta ciudad
que se quita la ropa para vos
mientras te besa las manos como limpiando tus heridas
el día se escurre en una alcantarilla
no importan las palabras




el irse fue lo peor de amarte
traducir tus pasos hasta hacerlos salobres
convencer a tu sombra de que no tiene sombra
ese rincón sin animales muertos
la mañana fue todo un tratado de comercio
una patada en los güevos
el brutal aroma de una gillette partiéndote los labios
aquella piel tan muerta a las tres a eme de cualquier motel
un beso sin vuelta de hoja
animal que te sueña entre los aleros
este sutil desperdicio de los horarios
rastro último que en vez de amor provoca desprecio
bestia peluda escondida en la mezclilla
esquimal feroz rescatando de la refri otra birra
yo
en fin
tan de horas muertas
la mañana como un naufragio al que nadie llega puntual


cuánta muerte vino con tu piel
cuanto dolor se invitó a la fiesta
viste las manos de la lluvia sodomizadas por un paraguas
de alegres colores
tu infancia recurrente cagando la fiesta
ese terror a mostrar la piel en manos ajenas

amanece San José porque no hay nada mejor que hacer
para lo que puede importar para alguien que nunca duerme
o apenas insiste en mantenerse consciente a pesar de la noche
esta ciudad que es un poco de iglesias desconcertadas
inauditas a lo largo de Avenida Segunda
algunos parques novelados en una vieja historia de Hurtado
un pandemonio de autobuses deshace la amanecida
empieza la vida un sábado a las cinco y media de la mañana
la lluvia no ha dormido
de oeste a este la avenida disimula el rubor en las mejillas
esconde una mirada coqueta mientras se reclina
caprichosa malcriada
en el regazo de San José
que se despierta de mal humor
ladrando el tránsito de una ciudad que no duerme
por soñar la prisa.

Dos palabras por donde miro, y a veces hasta revientan de purulento odio,
miro al cielo, ladro en las noches al silencio homicida,
deicida acróbata borracho
escribiendo un vil libelo contra la mala sustancia que puedo ser,
y vos
¿aprendiste a olvidar?,
¿a olvidarte?
¿a negarte?
¿a llenarte las manos de ridículos armatostes inútiles,
cosas muertas decorando nuestros cementerios?

Mis dos palabras por donde miro
me ayudan a no olvidarme
y vos
comprá tu propio espejo.



Mario León Rodríguez. (Alajuela, Costa Rica, 1969.) . En el 2002 publica el libro de relatos: No es una canción de amor. En el 2005 publica Gatos y lunas, libro de poemas. En el 2006 la Editorial Costa Rica le publica el poemario La curvatura del silencio. Actualmente trabaja en Sodomía, cerveza y muerte, libro de relatos y Lobo de piel cansada, poemario.