27/4/09

Javier Moreno


El principio de indeterminación de Heisenberg
El principio de indeterminación de Heisenberg
lo que dice es que no se puede ser a un tiempo
arquero y flecha

El monje kyudo lo sabe
y deja de ser arquero para convertirse en flecha
después la flecha desaparece en el blanco
que es otra vez el arquero. Éste es un camino
de ida y vuelta al YO

ENTRE DOS INSTANTES DE CONSCIENCIA DEL SUJETO
EXISTE SIEMPRE UNA FLECHA QUE LOS UNE

nada más que eso significa
el principio de indeterminación de Heisenberg
Caballeros es todo
cuanto puedo decirles
si tienen alguna duda les recomiendo
escuchen al amanecer
el canto de los gorriones
(De La elocuencia del azar)




Nike
La soledad se adosa a las plantas 
de los pies, a ciertas miradas
auscultadas en bares y salas
de gimnasio, debajo de las sábanas
Unas veces aporta al rostro la serenidad
de las estelas griegas, las más adopta el aspecto
de un cenagal poblado de monstruos que susurran
eres  polvo de tiempo indigente
arrumbado en las esquinas
Calza el párpado con alas, alcanza
la velocidad de las cosas
Mira la luz que intenta
darse a la fuga
y casi lo consigue
Huye tú también. Síguela
si puedes

(De Cortes publicitarios)

En este promontorio, de espaldas al mármol
desarmado por  el tiempo, sorprende la extensión informe del mar. Una inmensidad azul 
tangente a lo divino
salpicada de  hilachas de espuma, anticipo de una nueva diosa, la que vive en la piel y despierta el deseo de otra. Olas
que son comas
delimitando el vacío, creando un ritmo quebrado, una música sostenida en la nada (como este raudal de aire que flota sobre las ruinas) y rompiendo en placer. No encuentro mejor justificación para que aquellos hombres (que desde este momento ya  venero) edificaran aquí este templo

(De Acabado en diamante)

Esta tiza –dicen- está hecha de átomos, a su vez compuestos de electrones integrados por quarks que es microcósmico homenaje a Joyce (Three quarks for Muster Mark, etcétera...). Con ella escribo las fórmulas que dictan el devenir de la materia; y ese rastro blanco de átomos y electrones y quarks ordenan a su vez -de alguna manera- la substancia anonadada de mi cerebro. En el fondo, quizás detrás de todo instinto de conocimiento resida el poético deseo de alojar en nuestro cráneo  una porción -siquiera metaforizada- del universo. Y todo mientras la tiza, 
esta tiza, 
danza y
se desvanece

(De Acabado en diamante)
Anunciación (no temas, no he venido aquí para quedarme)
El motivo se repite
a pesar de las variantes: 

Un ángel postrado ante una María
que abre sus manos en un gesto a medias
de sorpresa y de serena aquiescencia

Entre ambos
una paloma, tal vez
porque las palabras
siempre fueron aladas

Un libro descansa abierto en un atril
a veces caído en el suelo
abandonado por las manos trémulas
de la doncella, hasta hace un momento
absorta en la lectura

Tu insólita pureza  precipita el deseo
de la inscripción del signo

parece decir el ángel
(un haz de luz 
ilumina la escena)

Ecce ancillae dominus
Hágase en mí según tu palabra
responde ella, mientras
se gira para mirarnos, a nosotros
mudos
espectadores de la toma

El ángel ha desaparecido

Queda la muchacha, y en el halo
que nimba su cabello
(zoom progresivo)
la errancia iridiscente
de las diminutas partículas de polvo
Corten
grita una voz 
fuera de cuadro
(De Renacimiento)
Melancolía (Stephen Hawking encuentra al fin la Gran Fórmula)
Las ondas llenan el espacio
propagan la semejanza
(senos y cosenos)
entre tu carne y la estrella

Con la mano apoyada
en la mejilla (la pose de los poetas)
imagino un horizonte
logaritmo de la mirada

Sin pudor
me rindo a la asonancia

Lleno la página de cifras
Como pompas de jabón
las veo crecer
y perderse en la distancia

He encontrado la fórmula

Es sólo que...
Necesitaría todo el espacio
para contenerla
(De Renacimiento)

Javier Moreno (Murcia, 1972) ha cursado estudios de Matemáticas, de Filosofía y de Teoría de la literatura y literatura comparada. Es autor de las novelas Buscando Batería (Bartleby, 1999), La Hermogeníada (Aladeriva, 2006) y Click (Candaya, 2008). Ha sido galardonado con el Premio Nacional Fundación cultural Miguel Hernández (Cortes publicitarios, Devenir, 2006) y con el Premio de Poesía Joven La Garúa (Acabado en diamante, La Garúa, 2008). Fue poeta invitado en el festival internacional Cosmopoética (Córdoba, 2008). Ha sido incluido en las antologías La luz nueva (Vicente Luis Mora, Berenice) y La casa del poeta (La bolsa de pipas). Ejerce la crítica literaria en la revista digital www.deriva.org y en la revista Quimera. Es autor asimismo de la obra de teatro La balsa de Medusa (Espacio escénico DT, Madrid, 2007). Ha sido nombrado Nuevo talento FNAC por la publicación de su novela Click.