De Dichos del Agua
4
En su sangre
duerme la otra mujer
y se explaya en las letras.
Mas
cuando apagué el río de la continuidad,
en los desiertos
se despertó la aurora.
Sus alminares se irguieron,
y en el instante
en que durmieron los ojos de las lunas crecientes,
concluyó la oración.
Y permanece como recuerdo mi mezquita,
5
¿Por qué me gusta el papel blanco?
¿Y la tinta negra?
¿Y el color negro?
¿Y el pelo negro?
¿Y la poesía negra?
¿Y el lecho negro?
Me alegra acariciar con los dedos
las hierbas negras que nadan en las aguas del corazón
y arraigan en la puerta de entrada.
7
Siempre miente
y oculta muchas cosas.
Pero su lecho
la pone en evidencia.
23
¿Podré ahora
salir al cielo
sin presentir
la muerte?
¿Acaso la manzana que dejé
en su lecho
revivirá
después del funeral?
43
Es este un país que huye de mis manos,
como el agua tuya, que pasó una noche en mis
concavidades.
Ven al río, la espiga y la copa,
y a una mesa de hambre.
entra en mi aleph
y duerme.
48
Olvidó el mar
que soy su ola.
Me arrojó a la arena,
se quedó dormido.
56
En la noche,
solo,
sales de un beso,
cabalgas una sombra,
dejas en la tierra
una lengua
y un aroma
y una mujer que llora en el muro del viento,
y una mujer que bebe la arena de sus pechos en su dormitorio,
y una tercera en una luna de cristal,
que olvida su pelo impregnado de rechazo
y con los dedos tatúa su cara.
69
Tus labios me escriben
no el poema.
Con tus dedos me inmortalizo,
no con la tinta que fluye,
y cesaron sus pasos.
98
Quiero que ella me imagine en el incendio
y me borre con un recuerdo.
Quiero que ella entierre el tiempo
para crearlo.
Quiero que ella tome sus carismas de mis manos,
pues sus cúpulas
son la fuente de las elegías.
102
Quiero que ella sepa que olvidé los dedos en la escritura,
y que el sueño inventa la lengua
y que lo soñado la trae a mí, sagrada.
Quiero que me tome hacia así
para saber
y para que me olvide en su agua
como gota de esperma.
103
Quiero que ella coloque su marcha en mi sangre,
que robe un sol
y deje el pasado para su vida,
pues lo pasado aniquila su muerte
y tus manos son mis dos reinos.
Yo en sus aguas
he visto nuestros primeros nombres.
104
He depositado mis secretos
en el corazón de un pájaro rozado por mi sudario.
Me abandonó
y voló por otros mundos
difundiendo mi lengua.
105
Quiero que ella me dé a conocer,
pues me ignoro a mí mismo.
Ella posee con sus manos la certeza
que exalta en las vaguadas
mis primeros nombres.
Ahmad Al – Shahawi. (Egipto, 1960). Ha publicado 10 libros de poemas, entre ellos: Dos Rakaas para el amor, Los Dichos, El libro del Amor, Asuntos de Enamorados, El Libro de la Muerte, Agua en los dedos. En 1995 obtuvo el Premio UNESCO de letras. En 1998 el Premio Kavafis de Poesía. Su compromiso con la poesía y las antiguas tradiciones poéticas le han puesto en peligro ante algunos sectores del fanatismo islámico quienes consideran que el poeta, en sus obras Libro del Amor y El Amor de la Mujer, no hace más que una invitación abierta a la obscenidad. En una entrevista para el diario El Colombiano, Ahmad Al – Shahawi dijo: La mayor parte de mis escritos son místicos, y mi religión es la islámica. Soy practicante y asisto a la mezquita. Mi poesía es el resultado, de ver con los ojos y el corazón.
Los siguientes poemas pertenecen al libro Agua en los Dedos y otros poemas editado en la Colección Casa de Poesía a propósito del VII Festival Internacional de Poesía Costa Rica 2008 – Joaquín Gutiérrez Mangel.
Milagros Nuin (España) Profesora, ensayista y traductora del árabe. Ha traducido a grandes poetas y prosistas árabes como Ibrahim Aslán, bu al-Abbás Ahmad ben Abdullah ben Abi Hurayra al-Qaysi y Kamal Sabti. Si quieren saber más acerca de su oficio de traductora pueden leer esta entrevista. http://personal4.iddeo.es/acdi/revista/numero_02/entrevista.html
Rafael Patiño Góez. (Medellín, 1947). Poeta, pintor, traductor, bioenergético. Autodidacta, ha trabajado como profesor universitario en áreas tales como francés, inglés, arte cibernético. Ha publicado “El Tras-ego del Trasgo, o de las nueces astutas del desastre” (Universidad Pedagógica, Bogotá, 1980), “Clavecín Erótico” (Autoedición, Medellín, 1983), “Libro del Colmo de Luna” (Autoedición, Manizales, 1986), “Canto del Extravío” (Autoedición, Medellín, 1990), “Le Néant Perplexe” (Bilingüe francés-español, Medellín-Québec, 1999”, “Máscaras de Poesía Negra” (Selección y traducción de poetas negros de África y las Antillas, Universidad de Valencia, Venezuela, 2006) y “Opera quinta” (Hombre Nuevo Editores, Medellín, 2006).