El hombre del largo abrigo negro
Los grillos cantan, el pantano crece
Hay un suave vestido de algodón colgado a secar
La ventana completamente abierta, árboles africanos
Doblados por la brisa del huracán
Ni una palabra de despedida, ni siquiera una nota
Ella huyó con el hombre del largo abrigo negro.
Alguien le ha visto deambular
Por el viejo salón de baile en las afueras de la ciudad
La miró a los ojos cuando ella lo detuvo para preguntarle
Si quería bailar, tenía el rostro como una máscara
Alguien dijo que de la Biblia citó
Había polvo en el hombre del largo abrigo negro.
En medio del sermón el predicador
Dijo que la conciencia de cada hombre es vil y depravada
No se puede depender de ella para que nos guíe
más bien eres tú que debes mantenerla satisfecha
No es fácil de tragar se te pega en la garganta
Ella le entregó su corazón al hombre del largo abrigo negro.
No hay errores en la vida algunas personas dicen
Es cierto a veces se puede ver de esa manera
Pero la gente no vive o muere, la gente simplemente flota
Ella huyó con el hombre del largo abrigo negro.
Hay humo en el agua, ha estado ahí desde junio
Troncos de árboles arrancados bajo la luna creciente
Siente el pulso y la vibración y la fuerza que retumba
Alguien afuera está golpeando a un caballo muerto
Ella nunca dijo nada nunca nada escribió
Ella huyó con el hombre del largo abrigo negro.
(Traducción Giselle Rodríguez Cid)
