4/8/11

Enyer Díaz (Presencias reales: la poesía dominicana actual)

Revista Ping Pong ¿Cuál fue tu primer contacto con la publicación: recitales, blogs,  revistas, festivales, premios…?  
Enyer Díaz- No, no he publicado ningún libro. Tampoco he ganado premios en lo que  a  poesía se refiere. En cuanto a recitales, sí he hecho unos cuantos, pero mis espectadores al principio han sido amigos o allegados a mí, y es entonces donde decido transcender, aun cuando no pretendo conseguir nada en concreto con estas cosas. Me agrada la idea de que otras personas  puedan enterarse de lo que hago, sólo por el simple hecho de escuchar sus críticas y percepciones, lo demás ha venido por añadidura.


Revista Ping Pong ¿Cuál es la imagen que piensas que se proyecta de la actual poesía Dominicana? ¿Consideras que se atiene a la realidad de la actual creación? 
Enyer Díaz- Dentro de la pluralidad de voces, en el país la poesía contemporánea en su minoría ha trasmutado la primera persona  y esta apelando a otras variantes pronominales, dicho de otra manera, ha dejado de lado las temáticas egocéntricas  y ha optado por lo colectivo y agresivo para así llegar a la gente de una manera más cruda, un trabajo menos convencional en honor a la verdad. En las propuesta nuevas hay heterogeneidad; la cual hace al lector sentirse de una manera u otra más identificado con lo actual y con lo que verdaderamente nos corresponde, (para tocar el pelao’ más directo). Tratando de extender una visión global en cada vistazo, obviando lo genérico y vano, agarrándose  de la literatura evolutiva para crear nuestro propio limbo, nuestra propia voz. Estamos viviendo unos tiempos difíciles y complejos donde la humanidad se enfrenta a formidables cambios y está sujeta a un constante devenir que sirve como puente de nuestras experiencias sustanciales, y un puente nos da la facilidad de ir de un lado a otro, la mutación permanente. Ya a nadie en la manifestación de la poesía le interesa el chisme y anécdotas vanas. La poesía actualmente es un grito para que se vuelva eco, un vehículo de comunicación para tratar de expresar y retratar lo que esta pasando en nuestra panorámica (derredor) y asumirlo con plena conciencia. Por otro lado, si tengo que  decir que no ha completado su suficiencia en cuanto a trascender, sin importar lo dulce y  lo agrio, sin importar la quincallería o lugar de origen, sobrepasando nuestra auto-subestimación, pero todo es cuestión de nosotros. Hace  falta demasiadas cosas en nuestra poesía y la solución inmediata es tomar la iniciativa individual de reconstruirla, de edificar la capacidad de descubrir una realidad mas allá de la que nos ha tocado vivir.
Revista Ping Pong - ¿Crees que el desinterés dejado por las generaciones anteriores  a la poesía y a su difusión  (ausencia de revistas y editoriales) ha afectado a los poetas más jóvenes? O al contrario, ¿los ha fortalecido y los ha conducido a explorar nuevas formas de expresión y difusión?
Enyer Díaz- En efecto, la poesía ha sido por nuestros antepasados difundida de una manera estreñida - así nómbrele a este impasse - e   independiente de la evolución tecnológica actual, porque desde el origen de la humanidad han existido diferente manifestaciones mediáticas que fusionadas con poesía podría obtener mejor resultado y mermar tal desinterés que simultáneamente siempre ha existido. A la hora de crear no hay excusas. Por eso es un reto a las generaciones contemporáneas difundirla con más eficacia ya que en la actualidad el objetivo de manifestación se sobrepone a sí mismo, conjuntamente con los logros.
Revista Ping Pong - ¿Puedes identificar los pros y los contras de las agrupaciones, los movimientos o las mafias en la poesía dominicana?
Enyer Díaz- No se na’ de eso, pero si existen les diría que parcializar la poesía dominicana seria un error garrafal, ya que colectivamente no tenemos un consumo medianamente decente. Los textos trascendentes entiéndase como “solemnes y  transgresores”  no  deben ser ni para la crema innata que la consume, ni para el que la ignora por completo, sino para todo ente en general. ¿Por qué  aislar? Aislar menosprecia a las masas. La poesía desarrolla nuestra criticidad, colectivamente hablando. Una cosa que nos hace iguales es que somos mortales, lo meramente humano y la verdad como el sol; que nos pertenece a todos y la poesía es verdad, forma de admitir la vida, aquí o en Pekín, (tanto pa ‘ un embajador cualquiera que pa’ un  tecato).
Revista Ping Pong - Además de escribir poesía, ¿incursionas en otros géneros literarios?
Enyer Díaz- Claro, creo que una de las cosas por la cual me he caracterizado es por ser un aprendiz de muchas cosas; tratar de explotar el “talento” en la literatura  en cada campo, a su tiempo y no limitarme, por eso he incursionado en la narrativa y en la maniobra performática que va de la mano del genero dramático como material mediático vivo.
Revista Ping Pong -  ¿Cuáles consideras que son tus influencias? ¿Cuáles opinas que son los referentes literarios a los que miras en tu poética?
Enyer Díaz-  Mis influencias en mi discurso poético son más bien influenzas, digo influenzas porque en mayoría pertenecemos a un cuerpo inherente que es nuestro país a pesar de nuestras equivalencias u oposición. Como virus que nos vamos carcomiendo unos a otros para fortalecer o para evolucionar a una versión mejorada, pero hay otros referentes que no son literarios. Entre  los que cito sin ponderación alguna  u orden: Rita Indiana Hernández, César Vallejo, la cultura popular, Rubén Blades, Carmen Imbert Brugal, Frida Kahlo, Jeannette Miller, Mario Benedetti, René Del Risco Bermúdez, Josefina Báez, Héctor Santana, Perú Zaiprez, Alejo Carpentier, Alejandra Pizarnik, Silvia Plath, Emilio Pacheco, y por ahí se va  hasta llegar al limpiabotas del parque independencia.
Revista Ping Pong -  ¿Qué relación mantienes con los poetas dominicanos que viven  en el país y en el exterior?   
Enyer Díaz-  Para estandarizar, mi relación es muy buena con los que viven aquí. Creo que por la cuestión de la evolución y cosas afines. Intento estar al tanto de lo que se hace en mi país. Comparativamente mi relación con los que viven en el exterior, va en desarrollo; tratando de establecer vínculos de alguna u otra manera.
Revista Ping Pong - ¿Y con la poesía en otras lenguas?
Enyer Díaz-  Bueno, igual. Trato de leer en inglés para que la variante idiomática no sea una barrera por completo.
Revista Ping Pong - ¿A qué piensas que se debe que la poesía dominicana se conozca tan poco a nivel internacional?
Enyer Díaz-  El trabajo de la poética dominicana no se conoce a nivel internacional, salvo casos y excepciones de personas, otros que han logrado establecerse fuera, que pertenecen a la diáspora por así decirlo. Tengo la osadía de decir que lo que esta pasando se debe a nuestras limitaciones, dicho de otra manera, a  la subestimación de la propia poesía, prejuicios que solo llevan a estereotipar y limitar la poética dominicana. Creo que en esto debe haber un equilibrio entre lo pasado y lo actual, insistir tanto en un ámbito escatima en lo no innovador, y no propone, ni compromete sino que nos va a mantener en un estado de inherencia  e inercia. Una poesía que no puede rozar con otras civilizaciones le puede decir bye a la demanda, a esa interacción con los homólogos insulares, y por demás el lector en general, a pesar de la cuestión socio-lectal y económica, a pesar de  la capacidad de distribución que  tienen las editoriales con más presencia en el mercado. Eso no es excusa, porque qué decir de a aquellas que, de una manera más humilde pero no por ello menos efectiva, participan en la construcción del vinculo  poético en la actualidad con más rigor. Todo es cuestión de ambicionar, abrir horizontes. Pero esto no quiere decir que la poesía dominicana solo se quedará cómo un sueño mojado. Y ya. Creo que todos nos responsabilizamos de la misma, de reivindicarla, de repartirla tanto en lo nacional como lo internacional. Eso es lo que hay que ponderar.
Revista Ping Pong - Además de escribir poemas, ¿te interesa la traducción,  escribir reseñas o críticas, participar en recitales, hacer performances…?
Enyer Díaz- Dentro de sus posibilidades. Claro, siempre he estado abierto a explorar. La mayoría de las cosas son cíclicas y en la poesía no ocurre lo contrario. Particularmente, no me gusta limitar la poética ni poner barreras, sino que me gusta trasmutar, dinamizar el panorama, simultáneamente incentivar lo creativo y fertilizar la imaginación. “Hibridizacion experimental”, como yo le nombraría. Ampliar los truquitos mezclando disciplinas que coadyuven y aun más explotar de una manera desenfadada la escritura en general. Creo que ese ha sido hasta el día de hoy mi dogma, experimentar otras dimensiones en conjunto con la poesía. Manejar esto hace más exquisito y a su vez enriquecedor al texto. Reformulación de la respuesta; claro, dentro y fuera, todo lo que entre en ese conjunto para esquivar la monotonía, para probar, descartar y optar.
Revista Ping Pong- ¿Qué diferencias estableces entre lo que publicas en el blog  (si tienes blog) y lo que publicas en un libro?
Enyer Díaz-  Bueno, en principio creé un blog  para que tenga  el rol de un laboratorio, antes de dar el paso a la publicación escrita, porque un blog te permite con más facilidad el proceso de edición y compilación, además de la accesibilidad al público con el auge del internet y las redes, lo mismo puede ocurrir con un libro, pero lanzando una re-edición del mismo. Además antes de pasar a formalizar un libro, por medio del blog puedes recibir críticas del contenido y demás, solo hay que entrar y probar. Creo que la transición del texto va en virtud de lo ya escrito, sin perder la esencia del mismo.
Revista Ping Pong - ¿En qué estás trabajando actualmente?
Enyer Díaz- Actualmente, me encuentro en preparación de lo que seria mi primer poemario ilustrado por mi, que es un proyecto que vengo desarrollando desde hace tiempito, para que esté listo cuando sea oportuno ver la luz. Pero aun continúo escribiendo mientras tenga razones para hacerlo o más bien  agentes que provoquen que lo haga, y nunca hacerlo solo por pura comercialidad y costumbre, aun sin ese intento en ese sentido, pretendo continuar escribiendo.

Poemas de Enyer Díaz
Quiero ir a  Disney World

Quiero ir a Disney World,
No tengo dinero, ni VISA
…y salen de los rincones,
hasta las cucarachas,
hasta las hormigas ya no están entre las losas.
Salen y huyen,
viajan en American Air Line.
Hasta las ratas,
hasta los perros realengos,
todo se transforma en añicos en la intemperie,
y se acrecientan las ganas de ir a Disney World.
Hasta el sol y la luna,
hasta el cielo esta empacando,
y el suelo sonríe endemoniado con su boleto entre manos,
definitivamente quiero ir a Disney world,
abandonan las vidas parasitas y sedimentarias,
!abandonan! claudican.
Hasta el mar traga gente como pasas,
hasta las yolas tragan agua que no tragarán más,
y yo quiero ir a Disney World,
¡Hey, esperen! Pero si todos nos vamos,
¿Quién quedara?
¿Qué quedara?
¿Quién cuidara de casa?
… Y las espaldas ven todo desmoronarse.


Global 

¡Todo este carnaval incontenible es hasta la quimbamba!
Así de ágil, arbitrario y tangencial.
En verdad es difícil encontrar un hilo conductor
que verse con to’ ete’ reguero, con to’ ete’ terror.
Nuestra imagen en alta definición, nada de tecnicolor.
Ejto es high definition,
multimedia pero con una sola media,
con un hoyo en la planta de los pies
porque al tiempo le ha dado un shock.
…y nosotros con anestesia general.
¿Que es un shock? Un ámbar.

La puta y puntos suspensivos

Tremendo susto que me he dao’ con la puta de la esquina,
la que le brinda yaboa y toto e’ monja a los morenos,
esos que se arremangan los jeans para arañar su espalda,
esos que tienen que correr de los gemidos y gritos inclementes
y sudan al éxodo numérico: doce de enero del dos mil diez,
y la puta en la misma esquina, y no precisamente en la esquina caliente.

Tremendo susto que me he dao’
la puta y yo nos vimos frente a frente,
me vi en ella ,
ella se vio en mi,
y se me entro un miedo en los huesos,
cantaba un remix de Joseito Mateo y Emilio Prud Homme
se amorataba los ojitos de blanco,
se pintaba la boca con labial azul,
anda con su vestido de novia hecho de trapos y harapos color rojo,
como salida de una postal con la catedral de Santo Domingo,
una nupcia fúnebre y carnavalesca,
pidiendo una bola a Vickiana,
llevaba sorbos de mar en una botella de mamajuana,
dejando a su paso telaraña y puntos suspensivos…

A pesar de que somos diez millones en su cama,
la puta tiene gran desempeño,
se desnuda untada de mierda,
malicia excitada,
los espectadores la manosean,
la usan, la apedrean, le abuchean hasta desgastarla,
se desvanece en ilusiones de lo desconocido,
vomita en el palco CO2,
inhala y exhala,
se inyecta una risota,
sigue sonriendo
sin dudas, creo en sus lágrima envejecidas,
que saben a sudor de chiriperos,
que saben a semen que dan a luz raíces
que abren la tierra en do’,
lágrimas que maldicen mis salmos.

Otro retoño de la urbe,
hembra del palacio nacional,
hembra de la basura en la Avenida  Duarte con Paris,
con la mata remeneada… sin nada de nada,
otra viralata en cautiverio por contornos del mar,
montada de medio lao’ en una guagüita anunciadora
esa que hace una J-Oda a los santeros
coexistiendo en la marginalidad,
en el humor negro que convulsiona …
tratando de escuchar atentamente a las piedras,
de endereza’ a los mestizos que se quieren venir encima de ella,
tratando de ver por las ventanas la justicia;
y sólo ve nubes que espían entre platanares,
y escucha el crujir de los vericuetos corrosivos,
y el sadismo que se retuerce,
motoristas como sombras por pipa’,
y una cabeza cortada.
El bagazo de una china colora’ que abre una brecha en el cielo,
resina del fuego que se encarama por los techos,
con helicópteros como maripositas en el pelo,
con las manitas mojadas,
con dedos carcomidos,
monos que se gabean con los derechos,
derechos con impotencia sexual,
albergues y orfanatos en los semáforos,
que hicieron la primera comunión con el carbón.

La que sabe por dónde se le entra el agua a los cocoteros,
tremendo susto que me he dao’ con la puta de la esquina,
la que le da casa sin alquiler a los mulatos,
la que tuesta pedazos de niños como maní,
la que lee en las voladoras Cristo viene
y le espera en la misma esquina,
desde que se quedo viuda,
desde que se le murió Trujillo,
mientras tanto llena los sudokus del diario libre,
y friega su cardero para pagar su deuda interna,
mientras la deuda externa se hace eterna,
eterna era su mirada vacíamente llena,
llena de hormigas invasoras
que divisé entre puntos suspensivos
cuando me di un susto con la puta.

Enyer Díaz  (Santo Domingo, 1990) Realizó sus estudios secundarios  en el Politécnico Madre Rafaela Ybarra. Formó parte del taller literario ¨ Los Nadie ¨ dirigido por el profesor Héctor Santana. En la actualidad, estudia ingeniería civil, en la Universidad Autónoma De Santo Domingo.