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miro tu espalda
magullada por el deseo
las manchas de tu piel
el aroma helénico de tus cabellos
me miro ahora tendida
bajo la palidez de tus ojos
recién
mi tacto comprende
que tú amaneces en mí
y yo en tu sombra
magullada por el deseo
las manchas de tu piel
el aroma helénico de tus cabellos
me miro ahora tendida
bajo la palidez de tus ojos
recién
mi tacto comprende
que tú amaneces en mí
y yo en tu sombra
abriéndose sin temor
mis labios sienten la pulpa
roja tierna
de una fruta
que se hace líquida en mi vientre
entre mis dedos
la noche se prolonga
mis labios sienten la pulpa
roja tierna
de una fruta
que se hace líquida en mi vientre
entre mis dedos
la noche se prolonga
lila
bajo tu seno
una línea naranja
brilla adolorida
el espejo nos acusa
y un sabor a terciopelo adormece mi boca
una línea naranja
brilla adolorida
el espejo nos acusa
y un sabor a terciopelo adormece mi boca
caléndula
(del poemario Blumen)
IX
Ve
vístete con esa túnica de lino
que tú misma tejiste
tu gracia aún perdura
a pesar de los años
no olvides adornar tus tobillos
con jugosas uvas
ahora prométeme
que escucharás al nuevo profeta
sentada ya
porque en ese tiempo
ni siquiera podrás andar
calla
guarda en tu memoria
los movimientos de mi danza
mi sonrisa de niña
que en aquel entonces
fueron
nuestro pan de cada día
(“Salomé”)
Ve
vístete con esa túnica de lino
que tú misma tejiste
tu gracia aún perdura
a pesar de los años
no olvides adornar tus tobillos
con jugosas uvas
ahora prométeme
que escucharás al nuevo profeta
sentada ya
porque en ese tiempo
ni siquiera podrás andar
calla
guarda en tu memoria
los movimientos de mi danza
mi sonrisa de niña
que en aquel entonces
fueron
nuestro pan de cada día
(“Salomé”)
IX
Duermo soñada en ti
En este tiempo que son tus ojos
(“Eva”)
