19/9/08

Fernando Rendón

Guerra
Siempre tendrás razones.
Tú vas a sacar la espada
como un ángel.
Y cuando la has desenvainado
ya eres un demonio.




El poeta escribe todo de un solo impulso
El tiempo es breve, la lucha eterna.
Los siglos se resumen en un latido.
Debaten los antepasados únicos de todos:
y no hay un acuerdo secreto todavía en la sangre.
Cada hora es para la decisión.
El instante, para develar.
El relámpago abriga la dulce intemperie.
Despertamos: el sueño flota en su elemento.
En olor de multitud, también somos del viento; como el agua, del sueño.
El viaje está en la atmósfera.
Aguarda el emprendimiento final:
No está solo en los libros lo que no nos imaginamos saber o poder alcanzar.
La poesía está allí, en plenitud: el poeta -en todos, para todos-
escribe con el cuerpo, de un tirón.
Las grandes mutaciones abarcan a la más pequeña brizna de hierba.
Todo vale mucho, y el resto vale tanto.
No hay fórmulas ni dogmas, siempre evanescentes.
Es mejor el abrazo -revolucionario- que la matanza;
superior el porvenir incandescente al pasado fósil.
Pero con principios: la ola llega.
El infinito no es un concepto. Somos todo.
Triunfo de la vida y justicia plena para todos, para que la ruina no nos devore.



Canción Ártica

Sueño que habito una región glaciar, donde mora un pueblo semidesnudo.

Aprendo a caminar, tanteando paredes heladas, sobre un frágil mar de pequeños témpanos, que eternamente se mueven.

Si me detengo, se hunde el hielo bajo mis pies, y debo entonces desplazarme sin parar.

Es en la fugacidad de cada paso donde puedo descubrir la duración.

De repente, pasa una mujer en su trineo de azul, repleto de niños. Y canta.



Siglo XXI

Entre dos comerciales el mundo ha cambiado

el papa editó un CD y recibirá su Grammy
mirándonos como siempre desde fuera del mundo

cantad todos en coro el nuevo CD
porque el amor ha muerto
y el mundo se ha hecho pedazos

la línea dura de los generales
bombardea a fondo la resistencia de la vida

la guerra es su fiesta largamente preparada

en un descanso de la orquesta
celebran la cifra de muertos enemigos

el bueno devino en malo
y el malo que se volvió bueno
es cada vez más asesino

la muerte tiene el control de los canales


En flotación
I

Cuándo emprendimos la cruenta marcha desde el apocalipsis de Sombra de Hombre, entre los alaridos de los guerreros, bajo un cielo pánico que hirió de muerte todas las esperanzas y deseos.

Cuándo renunciamos a nosotros para echar nuestra suerte a espaldas del hermano, huyendo a las márgenes del delirio donde las ciudades del infierno ya no se avistan.

Cuándo supimos que las puertas de la primavera se abrirían y no se abrirían a nosotros solos, que echaríamos sin falta de menos a Sombra de Hombre, a quien amábamos desde el principio, cuando no había muerte en las florecidas praderas y los cenagales no habían surgido aún de la mente humana.

De nuevo entonces volver, deshacer en el corazón el nudo de nuestro dulce país herido, la nada de nuestro perdido sueño de una vida compartida en flotación.

II

Las alegres sombras de las guacamayas, refugiadas en las sombras de las copas de los árboles, parlotean sobre la algarabía de las sombras de los simios. La sombra de las frondas danza sobre la sombra del jaguar. Un sol violento es el refugio único de la salamandra. Sombras de nubes lentas sobre sombras agazapadas, sombras que acechan sobre sombras que temen. Una sombra de hombre elude la sombra de otro hombre.

El mar de sombras del hombre que llega se abate sobre la sombra del hombre que fue. Ulula el siempre insomne, el asombrado. Es noche sobre el riachuelo de luz, que desemboca en la pupila de sombra del hombre, adhiriendo la sombra a la claridad.

III

¿De qué sirve al hombre su sombra en el desierto? La sombra de un árbol pesa más que la sombra de un hombre. En el desierto, la sombra de los insolados sabe que el paraíso es una sombra verdadera.

IV

"Las piedras gritarán".

Piedra, talismán que elegía a los príncipes, hueso de la presencia y el principio, reconozco tu espíritu sagrado.

Nuestros antepasados cavaron en la piedra de los encantamientos, entraron en la casa de piedra de los conjuros, donde la vida invisible habla.

Prehistórico reloj de luz, la sombra da vuelta a la piedra, que escucha los latidos del corazón del hombre, anegado de sombra.

La lira de Anfión alzó las piedras flotantes de Tebas. Voces brotadas de la piedra recorren el laberinto del oído.

Descendido de la piedra del sol y anegado de sombra, el hombre ya no escucha a la piedra, que canta.

V

Lapidarios revelan secretas transformaciones de los sólidos, nuevas emanaciones de la pulsión del alba, desde el corazón de la piedra que el rayo habitara un día, antes que un agua sin orillas emergiese bajo la luz flotante, fraguando un entretejido de flores y animales, para hacer una patria del bosque.

Fernando Rendón. (Medellín, 1951) Poeta, periodista y editor. Ha publicado: Contrahistorias, 1986; Bajo otros soles, 1989; Canción en los campos de Marte, 1992; Los motivos del salmón, 1998. Fundador y editor del Festival Internacional de poesía de Medellín considerado uno de los festivales de poesía más prestigiosos del planeta. Desde 1991 este Festival se encuentra vigente en Medellín como respuesta a la violencia que circunda la ciudad y por el interés de sus habitantes por conocer y escuchar poesía. En el 2006, el Festival Internacional de poesía de Medellín recibió un Nóbel alternativo de la Paz en Suecia.