10/4/11

Javier Galarza

Exhumación
cuerpo
ve los gestos exhaustos del amor
cuerpo
escancia el blanco
en torno a tus versos
crezca
el vacío en torno a ti
(tus textos
tus texturas
tu textualidad)
date a callar
a tu silencio
cuerpo
tú que tiemblas
que sabes
temblar


Deportada (Variación sobre K)
viste estas calles milena? no hay el dolor de la higiene en
los cuerpos condenados?
escuchaste el eco de mis pasos en las calles empedradas?
no lo desvanece todo la noche?
no somos pocos y estamos solos?
escuchaste las sirenas
(milena, tan blanca)?
viste los trenes? me viste?
no daban mis cuadernos el tono de lo que vendría?
debe el fuego cubrirlo todo
o aún hay algo que podamos salvar?
hay piedad para estos cuerpos?
hay alguna esperanza –pregunto–
también para nosotros?
ni tus labios ni mi nena mi milena dime dónde están
la multitud de los marcados
la noche insomne de la redención que fracasaba
los pasillos con frente de tormenta perdiéndome
de tus brazos para siempre
los besos milena
las cartas
los escritos
no los besos
la sed de los fantasmas
Barcos toda la noche  
si estuvieras lejos y atrapada - como prisionera de las sirenas
-hacia donde los mares todos embravecen y arrebatan
y aún permanecieras allí - malherida contra las rocas profanada
por las olas
por la luna
y las mareas
yo
yo viajaría en navíos toda la noche
desharía las amarras de cada puerto
para llegar
para llegarte
y si perdiera tus huellas a la orilla del mar de la noche
y el aire fresco y los extraños y las gaviotas
mintieran sobre tu paradero
y estuvieras perdida
como una niña
en un país de caracoles
yo
yo caminaría ciego toda la noche
siguiendo la estela de tu rastro
para llegar
para llegarte


Salem 
era el alba —acaso— la claridad posterior
a la noche de los colgados, irrupción de luz
sobre los cadáveres de esas mujeres
que pendían de los árboles, cuerpos
de hechiceras al viento aterrando a los niños
en nombre de la cruz?
era la claridad perturbada por la imagen
de los cuerpos profanados
la brutal exposición de las ajusticiadas expiando
los pecados de la aldea, las dueñas de pócimas y manzanas
las brujas, sus escobas?
eran estas mujeres arrebatadas a sus lechos,
a sus solterías y excomuniones, a sus pecados,
a la difamación, a las mentiras de los niños,
los calderos, los secretos de las hierbas del bosque
el miedo de los hombres?
qué magia evitaría el otoño de sus lapidaciones
qué cabelleras sobrevivirían a los cuentos
qué pudor podría redimirnos
qué escobas qué escondrijos de la noche
qué oscuros acertijos qué lugar


(Estos poemas pertenecen a El silencio continente, Buenos Aires, 2008)

Javier Galarza (1968, Buenos Aires) Dirigió la revista Vestite y andate. Publicó Pequeña guía para sobrevivir en las ciudades, con arte de Gastón Pérsico, El silencio continente en el año 2008 y Reversión en el 2010, en Belo Horizonte. Es profesor de la Fundación Centro Psicoanalítico Argentino, donde ha dado cursos de Holderlin y Rilke, entre otros. Coordina grupos de investigación literaria. Lleva un Blog: www.morirenlaciudadyvivirenelintento.blogspot.com