19/2/06

Algunos poemas de Kenneth Rexroth*

Agosto 22, 1939

¿De qué sirve todo esto, esta poesía,
Éste paquete de logros
Acumulados con tanto sufrimiento?
Veinte años de ardua labor,
Lecciones aprendidas de Li Po y Dante,
Cantos indios y psicología gestalt;
¿Qué palabras deletrea,
Éste alfabeto de sensibilidad?
El patrón puro de estrellas en ordenada progresión,
El aire fino en las cimas a catorce mil pies,
Sus visiones desde Pisgah hacia los secretos de la personalidad,
El fuego de las amapolas en campos erosionados,
El sueño de los linces en los bosques,
Las curiosas anastomosis de las telarañas de la razón,
La vida corriendo ingobernable,
Y la profunda esperanza del hombre.
Los siglos han cambiado poco en este arte,
Los temas son los mismos.
"Por el amor de Dios desnúdate y ven a la cama,
no viviremos por siempre."
"Pétalos caen de la rosa,"
Nosotros caemos de la vida,
Los valores caen de la historia como los hombres bombardeados,
Sólo un mínimo sobrevive,
Sólo un desconocido logro.
Pueden ponerlo todo en las tumbas,
En todos los campos de batalla:
"Pobre tipo, nunca supo de qué se trataba."
Hombres con lentes vendrán con palas dentro de mil años,
Hablarán en las universidades sobre avances y atrasos culturales.
Un poco más de ajo en la sopa,
Media hora más en la cama en las mañanas,
Algunos entendieron, otros no;
Las cosas que dejaron caer en la huida
Están tras cajas de vidrio en los museos.
Éste año hicimos cuatro importantes escaladas,
Acampamos dos semanas en el monte,
Vimos a Marte acercarse a la tierra,
Vimos la negra aurora de la guerra
Esparcida en el cielo de una civilización en decadencia.
Estos son los últimos días terribles de la autoridad.
La enfermedad ha llegado a la crisis,
Diez mil años de poder,
La lucha de dos leyes:
El reino del hierro y la sangre derramada,
Contra la permanente solidaridad de la sangre y el cerebro.
Están atrapados, oprimidos, homicidas.
Si cubren sus paredes de corcho
No es para detener los disparos,
Sino para aislar las ultimas palabras de los condenados.
"La libertad es la madre,
no la hija del orden."
"No al gobierno de los hombres
más que a la administración de las cosas."
"De cada uno según su habilidad,
A cada uno según su necesidad."
Aún podemos escucharlos,
Cortando paso por el hielo azul de los glaciares,
Balanceándose en los bordes desechos.
La fría y cruel apatía de las montañas
Ha sido subyugada con algunas cuerdas
Y débiles hachas,
Solo quedan algunos picos.
Han pasado veinticinco años desde mi primer amor.
De regreso de las montañas me espera una carta.
"Leí tu poema en el New Republic.
¿Recuerdas al sepulturero en la esquina?,
¿Cómo espiamos por la ventana del sótano a la figura cubierta
Y corrimos gritando? ¿Te acuerdas?
Hay una estación en la esquina,
Un estacionamiento donde estaba tu casa,
Solo queda la nuestra y otras dos.
Aguantamos entre el ruido y el monóxido de carbono."
Era un poema de exilio y nostalgia del hogar,
Veinticinco años vagando
En un mundo de ruidos y veneno.
Ella aguantó, yo nunca regresé,
Pero hay gases y explosiones
Domésticas e importadas.
Dante estaba nostálgico, los chinos lo hicieron un arte,
También lo estaba Ovidio y muchos otros,
Pound y Eliot entre ellos,
Kropotkin muriendo de hambre,
Berkman por su propia mano,
Fanny Baron mordiendo a sus ejecutores,
Mahkno en el olor de la calumnia,
Trotsky también, supongo, apasionadamente, a su manera.
¿Te acuerdas?
¿De qué sirve todo esto, esta poesía,
Éste paquete de logros
Acumulados con tanto sufrimiento?
¿Recuerdas el cadáver en el sótano?
¿Qué hemos hecho con el paso de los años,
Escritores y lectores de liberales mentiras semanales?


Carta a William Carlos Williams
Querido Bill,

Cuando hurgo en el pasado por ti,
A veces pienso que eres como
San Francisco, que se separó de su
Carne como una nube feliz,
Y se unió con cada amante-
Burros, flores, leprosos, soles-
Pero creo que eres más como
El hermano Juniper, quien sufrió
Todas las indignidades y glorias
Riendo como un loco manso.
Estas en Fioretti
En algún lado, porque eres un loco, Bill,
Como el Loco de Yeats, la finalidad
De toda la sabiduría y la belleza.
Eres tú, quien se detiene contra
Helena en toda su sabiduría,
Contra Salomón en toda su gloria.

¿Recuerdas hace años, cuando
Te dije que eras el primer gran poeta
Franciscano desde la Edad Media?
Agité la calma de la cena
Y tú esposa pensó que estaba loco.
Sin embargo, es cierto. Y también eres "puro",
Un verdadero clásico, pero sin llamar la atención
-como esas muchachas de la Antología.
No como la estridente Safo, quien
Por toda su grandeza
Habrá tenido endometriosis,
Sino como Anyte, quien dijo
Suficiente, suavemente, para recordar

Por miles de años.
Es un silencio maravilloso
El tuyo, una manera
De mantenerte quieto en el mundo, y sus
Sucios ríos y tanques de basura,
Carretillas rojas bañadas por la lluvia,
Ciruelos robados de cajas,
El encaje Reina Ana, y los ojos del día,
Y los brotes de las hojas estallando sobre
Carreteras enlodadas, y vientres manchados
Con bebes dentro, y Cortés
Y la Malinche en la sangrienta
Calzada, la muerte del mundo florido.

En estos días, en que la prensa da vueltas
Parloteando, tú te mantienes quieto,
Cada año un haz de quietud,
Poemas sin nada que decir,
Como la tranquilidad de George Fox,
Sentado sin moverse bajo la nube
De todas las tentaciones del mundo,
Cerca del fuego, en la cocina,
En el valle de Beavor. Y
El arquetipo, el silencio
De Cristo, cuando haciendo una larga
Pausa dijo "Tú lo has dicho."

Ahora, en un poema reciente dices,
"Yo quien estoy a punto de morir."
Quizás esto lo hayas tomado
De los clásicos, pero envía
Un escalofrió por mi cuerpo.
¿De dónde sacas esas cosas, Williams?
Mira esto. El día vendrá
Cuando una joven mujer caminé
Por el lúcido río Williams,
Corriendo por un idílico paisaje
Y le diremos a sus hijos,
"¿No es hermoso?
Se llama así en honor a un hombre
Quien camino por aquí cuando solía
Llamarse Passaic, y estaba asqueroso
Con los excrementos venenosos
De hombres enfermos y factorías.
Era un gran hombre. Supo
Que era hermoso, a pesar
De que nadie lo notaba, en ese entonces
En la Edad Oscura. Y el hermoso río
Que él vio
Aún fluye en sus venas, como
Fluye en las nuestras, como fluye en nuestros ojos,
Y fluye en el tiempo, y nos hace
Parte de ambos.
Eso, niños, es lo que se llama
Una relación sacramental.
Y eso es lo que significa
Ser un poeta, niños, aquel que crea
Relaciones sacramentales
Que duran por siempre."

Con amor y admiración,
Kenneth Rexroth.


De Los poemas de amor de Marichico

VII
Hacerte el amor
Es como beber el agua del mar.
Mientras más bebo
Más sed tengo,
Hasta que nada podría saciarme
Más que beber todo el mar.

XII
Ven a mí, como vienes
Suavemente a la cama de rosas ardientes
De mi chimenea
Brillando por el bosque anochecido.

XXV
Tu lengua se mueve
Dentro de mí, y me vuelvo
Hueca y ardo
Con una estremecedora luz, como el interior
De una vasta perla en expansión.

XXXVIII
Esperé toda la noche.
A medianoche estaba ardiendo.
En la madrugada, espere
Encontrarme con un sueño tuyo,
Descansé mi cabeza
En mis brazos doblados,
Pero el cantar de los pájaros
Me atormentaba.

XLV
Cuando en el teatro Noh
Veíamos a Shizuka Gozen
Atrapado en la nieve,
Disfrutaba la tragedia,
Pues pensaba,
Nada como esto
Podría pasarme a mí.

LV
La noche es demasiado larga para los insomnes.
El camino es demasiado largo para los adoloridos.
La vida es demasiado larga para la mujer
Enloquecida por la pasión.
¿Por qué encontré un guía perverso
Entre los torcidos caminos del amor?

LX
Con un escalofrío, me despierto
A la primera luz. Fuera de mi ventana
Una hoja de arce rojo flota calladamente.
¿Qué debo creer?
¿Indiferencia?
¿Malicia?
Odio la visión del día que empieza
Desde la mañana en la que
Tu mirada insensible me volvió de hielo
Como la pálida luna del amanecer.

Mientras la luna llena se levanta…
Mientras la luna llena se levanta
El cisne canta
En sueños
En el lago de la mente.

(Grabado en la tumba de Rexroth)




*Nacido en 1905 en Indiana, Estados Unidos, Kenneth Rexroth fue  autodidacta, autor de cincuenta y cuatro volúmenes de poesía, ensayo, y traducciones de poetas chinos y japoneses, así como de Lorca, Neruda y Alberti, entre muchos otros. 

Fue una figura prominente en el movimiento San Francisco Renaissance, muchos llegaron a llamarle el padre de la Generación Beat (cosa que no le hacía mucha gracia). Sus reuniones semanales congregaban a poetas como Robert Duncan, William Everson, Richard Eberhart , y poetas Beats, como Philip Lamantia, Allen Ginsberg, Lawrence Ferlinghetti y Gary Snyder. En 1953 escribió el que sería su poema más conocido, "Thou shalt not kill", en honor al poeta Dylan Thomas. En octubre de 1955 modera la famosa primera lectura de Howl de Allen Ginsberg en la Six Gallery. 

Es difícil encasillar la poesía de Rexroth dentro de un movimiento o escuela. En los últimos años se ha reeditado toda su obra, y su poesía ha vuelto a ser revalorizada por la crítica y una nueva generación de lectores. Murió en Montecito, California en 1982. En el cementerio donde yace, su tumba es la única que mira al mar.  


Nota, selección  y traducción por Giselle Rodríguez Cid.