26/11/08

Armando Almánzar Botello.

Biografía de un temblor
Tiembla el tiempo. ¿Tiembla el tiempo?
Tiembla mi olvido con el viento…
Un poema en francés de Pierre Reverdy
declamado en Higüey por un joven tío Fernando,
en reunión familiar celebrada en diciembre
a principio de los años sesenta.
Biografía de un temblor… Recuerdo…
México febrero 1971. Octavio Paz tradujo
y pulió en el secreto
aquel puñado vivo de breves diamantes:
versiones impecables de onces poemas de Reverdy
enviadas a García Terrés director de La Gaceta.
Más tarde su fulgor discreto de misterio
iluminó rincones y pasillos de mi mente:
pedrerías de silencio en El Signo y el garabato.
También recuerdo ahora
- cual si hubiese transcurrido eterno un solo instanteun
feliz descubrimiento en la modesta
biblioteca de mi padre:
Poetas franceses contemporáneos
de Raúl Gustavo Aguirre, antología bilingüe,
Ediciones Librería Fausto, Buenos Aires.
Reverdy reverdecía mi temblor.
¡Oh Sara!, ¿lo recuerdas?...
Luego los pájaros insomnes
ávidos de sueño bebiendo aquel silencio…
He aquí la prosapia de mi templo:
- AIRE :
…Tiembla un árbol…
- SECRETO:
... El agua tiembla en la punta de cada hoja…
- TAL VEZ NADIE:
… Al caer las hojas hacen temblar la tierra…
- PASILLO:
…La puerta tiembla…
Reverdy reverdece la memoria.
Temblor de una lágrima en la espada.
¡Gracias Reverdy!
¡Gracias Octavio!
¡Gracias padre mío!
Alta Sara ¡gracias!
Si tiembla de nuevo mi temblor/
es la firmeza…



Cinismos… etcétera…
Diógenes de Sínope
fue llamado el Cínico.
Perro celeste oculto/ meditando en un tonel.
En su hondo retiro mordía las estrellas
con filosos pensamientos…etcétera…
Por las calles de Atenas buscaba en pleno día
un solo hombre honesto alumbrado con candil.
“No me quites mi sol”,
pidió despreciativo
al Magno Alejandro que lo trató de seducir… etcétera…
Hoy los perros filosóficos
no hacen luz de sombras…
No piensan en el misterio del Abismo en un barril.
Tan sólo se proponen con insólita ambición,
bailar el ritmo del Poder bebiendo vino de Borgoña,
comerse el comensal con su cuota de comida… etcétera…
Y son tan egoístas y taimados que quisieran
-ya muertos y podridosrenegar
de su cadáver olvidando a la Señora,
continuar en el banquete sin tiempo ni medida,
llevándose a la boca su propia y fría carroña… etcétera, etcétera…

Mujer hermosa
1
Camino a su muerte,
el día se detiene
sólo para verte.
2
Descorridos los velos,
la luz enceguece
un instante en tu pelo.
3
La música vuelve.
Hoy esta mujer
se obstina en perderme.

Canción fraternal con lanzamiento de dados
Calcula tú la tasa de retorno
del Eterno Retorno
y luego invierte…
¿No percibes en la sangre de mis letras
la herida incurable y luminosa del poema,
el júbilo alciónico que afirma lo incierto y su influencia,
oh sordo ciego cerdo?...


Yo no soy, cuando lo pienso
Yo no soy, cuando lo pienso, Macedonio Fernández.
No pretendo ser un Borges en el acto
abismal de la escritura.
Por mi torpe manera de alumbrar la inervación somática del texto, el
animal que me escarpa sigiloso
en cada placa radiográfica gruñida
en los polípticos destellos de mi rostro: Yo no pienso
Macedonio Fernández. No soy Borges en el acto
de escritura.
Me desnudo con ser Otro
que cita su innombrable. Sombra y polvo – ceniza
de palabras.
¡Oh heredero de mi sangre aquí en la última distancia!
¿Aún estremecido por la lluvia sefirótica de letras misteriosas
me recuerdas?...
Yo le ofrezco la herencia visceral a mi enemigo
- mi cadáver sonoro sangrante todavía -
a este amado hijo rebelde que me niega con afeites,
destilando en el hueco palpitante de mi ausencia
la máscara impasible de una tinta
con la que un dios de secreto ardor mira tu rostro
con la que un ojo diverso inmemorial,
alumbra el mundo…

Armando Almánzar Botello. (Higüey, República Dominicana, 1956). Poeta y ensayista. Entre su obra podemos destacar: Entre un músico Tang y un jarro de Oasaka (Colección Feriblibro, 1999) y Cazador de agua y Otros Textos Mutantes (Editora Nacional, 2003). Hace unos meses publicó
el libro: Francis Bacon Vuelve. Slaughterhouse’ Crucifixión (Ediciones Angeles de Fierro, 2007). Acerca de este libro, el poeta Alexis Gómez Rosa escribió: Francis Bacon Vuelve. Slaughterhouse’ Crucifixión, su libro más reciente, instaura un nuevo código discursivo que hace de su dicción un
entramado de sólidas arquitecturas verbales e insólitos hallazgos expresivos. De este último libro hemos seleccionado los poemas anteriores.