21/8/07

Discurso inaugural del poeta laureado de San Francisco

por Lawrence Ferlinghetti 


Sin duda me sorprendió ser nombrado Poeta Laureado de esta alejada ciudad del lado izquierdo del mundo, y lo acepto con mucha gratitud, ya que como le dije al Alcalde, ¿Cómo podría negarme? Preferiría ser Poeta Laureado de San Francisco que de cualquier otra parte debido a que esta ciudad ha sido siempre un Centro de Poesía, una frontera para la libre vida poética, con quizás más poetas y más lectores de poesía que en cualquier otra ciudad del mundo.

Pero estamos en peligro de perder esto. De hecho, estamos en peligro de perder mucho más que esto. En primer lugar, todo lo que hace esta ciudad tan particular parece estar yéndose por el desagüe a una velocidad alarmante. El Bay Guardian de esta semana tiene el resultado de una encuesta que "muestra una ciudad que se somete a una radical transformación – de una metrópolis diversa que le daba la bienvenida a inmigrantes y refugiados de todas partes del mundo a un acaudalado y homogéneo enclave".

En San Francisco, en tan sólo dos años, la brecha entre los ricos y los pobres se ha incrementado en más de un cuarenta por ciento. "San Francisco puede muy pronto convertirse en la primera ciudad completamente gentrificada de los Estados Unidos, el equivalente urbano de una comunidad habitacional cerrada", dice Daniel Zoll en el Guardian. "Ahora se está volviendo prácticamente imposible para un montón de personas quienes han hecho  esta ciudad para todas las clases – gente quienes han sido el corazón y el alma de la ciudad por décadas - de los pescadores y cocineros de pasta y los trabajadores de corbatas azules a los músico de jazz a los poetas beat a los hippies a los punks y a otros tantos más – seguir existiendo aquí. Y cuando se ha perdido esa parte de la ciudad, se ha perdido a San Francisco".

Y Richard Walter, director del departamento de Geografía de la UC de Berkeley ha dicho: "Equivale a decir una ciudad de una dimensión, una ciudad más conservadora– una que nunca más será una fuente de innovaciones sociales y de rebeliones profundas. Tan sólo una ciudad más de los Estados Unidos, una ciudad corporativa – un destino al que se ha resistido por generaciones" .

Cuando arribé a la ciudad en 1950, vine por tierra en tren y tomé el ferry desde el mole de Oakland al edificio del Ferry. Y San Francisco lucía como un puerto del Mediterráneo – una pequeña ciudad blanca, con un sinnúmero de edificios blancos – un poco como Túnez vista desde alta mar. Pensé que quizás se trataba de la Atlántida que emergía del mar. Ciertamente vi North Beach específicamente como un lugar poético, tan poético como algunos quartiers en Paris, como cualquier lugar en la vieja Europa, tan poético como cualquier lugar en que grandes poetas y pintores encontraron su inspiración. Y este fue el primer poema que escribí allí… una escena de North Beach:

North Beach:
Por encima de un puerto
                                  Con casas sin calafates
Entre nobles chimeneas
                                  En un techo lleno de tendederas
                 Una mujer levanta las velas
                                                        Al viento
Colgando sus sabanas de mañana
                                               Con pinzas de madera
                     ¡Oh linda madre!
                                                                          Sus senos casi desnudos
                      Se dibujan
                                                Cuando se estira hacia arriba
Para colgar el último
                                                De sus blancos y lavados pecados
                              Húmedamente amoroso
                                                Se le arrima el viento
                                Pegándosele a la piel
             Así atrapada, de brazos arriba
                                                    Tira atrás la cabeza
             En una risa ahogada
Y en un gesto automático
                                                    Se aparta los dorados cabellos
Mientras en los inabarcables espacios marinos
                                     Volando entre los blancos sudarios
              Se levantan los brillantes vapores
                                         Ante el reino que viene

Pero la semana pasada North Beach lucía como un parque temático, literalmente comandada por turistas, y el Kistch fue su rey. ¿Qué le ha ocurrido? ¿Qué hacer para una libre vida poética? ¿Qué destruye la poesía de una ciudad? Los carros la destruyen, y destruyen más que la poesía. En todas partes  de los Estados Unidos, de hecho en todas partes de Europa, ciudades y pueblos se encuentran bajo el acoso de los automóviles, literalmente han sido destruidas por la cultura del carro. Pero las ciudades han aprendido gradualmente que no tienen que permitir que les pase a ellas. ¡Presencien nuestro hermoso y novedoso embarcadero! Y en San Francisco ahora mismo tenemos una oportunidad de detener ese Autocalipsis. A tan sólo unas cuadras de aquí, la horripilante carretera Central puede ser desmantelada para bien si ustedes votan por la enmienda E en las elecciones de noviembre.

Y en cuanto a otro destructor de la poesía y la paz, ¿qué tal esas máquinas asesinas, los aviones Blue Angels, quien recién han concluido su anual ataque sobre la ciudad? Pues la vida poética requiere Paz no Guerra. La vida poética de la ciudad, la vida subjetiva de los individuos esta constantemente bajo el ataque de todas las fuerzas de la civilización materialista, por todas las fuerzas de nuestra desconcertada industria militar, y no necesitamos esos aviones de guerra diseñados para matar y absurdamente mal llamados Ángeles Azules. Descienden en nuestra ciudad cada año, en un temeroso despliegue militarista y nacionalista de pura testosterona masculina. ¡He visto viejas damas vietnamitas en Washington Square arrojándose bajo sus bancos! ¿Necesitamos realmente que nos recuerden cada año cómo nuestros aviones han bombardeado los países tercermundistas desde la edad de Piedra? En San Francisco, de todos los lugares, ¿realmente necesitamos bombas estallando en el aire que prueben que nuestra bandera continúa ahí? ¿Qué diría San Francisco de esto? Quizás para el próximo año la ciudad pudiera negarse a invitarlos.

Pudiera continuar hasta hacerlos roncar, aunque mencionaré tan sólo otro destructor más: cadenas de tiendas, o cadenas de presos. Cadenas de tiendas han borrado del mapa a negocios independientes largamente establecidos, matando el color local, las tradiciones locales, y – en el caso de las librerías– la historia. He estado en otras grandes ciudades durante tours de poesía y no he encontrado una simple librería independiente que haya sobrevivido a la llegada de las cadenas de tiendas. Se ha convertido en una historia vieja, ¡pero es tiempo de que leamos nuestra historia! Si la mayoría de la población de esta ciudad no quiere cadenas de tiendas, como sugiere el Bay Guardian, ¿por qué no pueden las autoridades de la ciudad tomar una acción conjunta en contra de ellos?

Pero para aproximarnos al lado positivo de las cosas, tengo una larga lista de cosas que me gustaría hacer por la ciudad. He propuesto que North Beach, con su larga historia que incluye a Mark Twain, Jack London, Ina Coolbrith, William Saroyan, incluyendo entre otros a los escritores beats, sea oficialmente protegido como un Distrito Histórico, a la manera de los French Quaters en New Orleans, y así proteger de la destrucción comercial como la sufrida por el clásico Edificio Montgomery Block, la estructura artística y literaria más famosa del oeste hasta que fue reemplazada por la Pirámide Transamérica. Espero que alguien recoja esta pelota y la haga rodar.

Y ya he propuesto que una pequeña casa de madera en Treasure Island o en el Presidio se convierta en una Cabaña de Poetas donde futuros laureados puedan vivir o trabajar y conducir eventos poéticos o incluso un Festival anual de Poesía. El Alcalde y la importante revista Poetry Flash ya se encuentran detrás de esto, por lo que espero que ocurra. Y ya que estamos en la Biblioteca Principal, recordemos que el centro de la cultura literaria de las ciudades se ha centrado siempre en las grandes bibliotecas, así como en las grandes librerías independientes. Esta biblioteca debería recibir diez millones de dólares al año para gastar en libros, más del doble de lo que actualmente se le asigna. También necesita más espacio, puesto que obviamente esta obra de arte postmoderno no tiene tanto espacio para estantes como la vieja biblioteca del lado– esa clásica biblioteca al estilo Carnegie con sus grandes murales de finales de siglo- y creo que la gente cometió un gran error en votar por la propuesta de remover el edificio de su sistema de bibliotecas. Todavía no es muy tarde para reclamarlo como una biblioteca anexa, aunque la propuesta de deshacerse de él ha sido parcialmente implementada. Todo lo que hay que hacer es hacer otra propuesta en las elecciones para recuperarla, así como la propuesta acerca de la carretera Central puede muy pronto triunfar al rectificarse una temprana votación mal analizada.

Entre otras escandalosas cosas que he incluido en mi lista de cosas por hacer se incluye:  
1– dar a bicicletas y peatones absoluta prioridad sobre los
automóviles, y cerrar gran parte del interior de la ciudad original a los carros, incluyendo la avenida Upper Grant.  
2– crear en la ciudad un centro para la radio y la televisión independiente y alternativa, cobrándole excesivos impuestos a las cadenas televisivas. 
3 – destapar nuestros arroyos y ríos nuevamente y abrir los corredores de la ribera hacia la bahía.
4 - Pintar de dorado el puente Golden Gate. 
6 – inclinar la Torre Coit – ¡piénsese en lo que hizo por Pisa!

Y hablando de la cultura literaria de la ciudad, me gustaría anunciar que City Lights esta recién intentando crear una Fundación sin fines de lucro para que de esa manera City Lights pueda continuar a través de la próxima centuria como un centro literario y de presencia poética en la ciudad. Para dicha fundación, necesitamos ayuda. ¡Ángeles literarios filantrópicos están invitados a descender sobre nosotros!

II.
Poetas, salgan de sus armarios,
Abran sus ventanas, abran sus puertas,
han estado escondidos – demasiado tiempo
en sus mundos cerrados
….
Ya no es tiempo de que el artista siga escondido
en lo alto, más allá, detrás de los escenarios,
indiferente, pelándose las uñas,
refinándose él mismo fuera de la existencia.
Ya no es tiempo para nuestros pequeños juegos literarios,
para nuestras paranoias e hipocondrías,
ya no es tiempo para el miedo y el asco,
ahora es tiempo para la luz y el amor.
Hemos visto las mejores mentes de nuestra generación
destruidas por el aburrimiento en lecturas de poesía
Lo que tenía en mente, en 1970, en este Populist Manifesto, era que los poetas dejaran de murmurar con sus barbas a auditorios cerrados y dijeran algo importante al mundo. Hace unos años di una charla en la clase de Michael McClure en el California College of Arts que se titulaba: "¿Por qué no pintas algo importante? " (Había un grafitti en la pared que decía Tú eres tan minimalista) Sea como sea, fue un intento de sacar a los artistas, al igual que los poetas, fuera de sus herméticos mundos. Paternalmente, debo agregar que mi manifiesto llamó a que se  escribiera una cantidad enorme de poesía mala y cacofónica que algún editor sintió la urgencia de cantar: Poetas, regresen a sus armarios. El manifiesto de carácter whitmaniano no fue una manera original de clamar por una poesía universal, lo que llamo Superficie Pública – una poesía que posea una superficie accesible y común capaz de ser entendida por casi cualquiera que no tenga una profunda educación literaria. Pero por supuesto, si trata de levantarse sobre los niveles del periodismo, debe tener otros niveles subjetivos y/o subversivos. Bueno, sigo en lo mismo.

Muchísimos poetas de hoy continúan persistiendo en una especie de poesía de Ghetto. Comparados con los escritores de prosa, reciben miserias por sus poemas publicados, hasta cuando logran publicarlos de manera masiva. Y las lecturas de poesía no ayudan a nadie a pagar su renta. ¿Qué hacer al respecto? ¿Cómo salir de estos ghettos poéticos? La respuesta es obvia. Escribe poemas que digan cosas supremamente originales y supremamente importantes, que cualquiera sufra por escucharlas, poesía que grite para que sea escuchada, poesía que sea noticia. ¿Y es ingenuo pensar que los medios de comunicación masivos la imprimirían o la pondrían en el aire, tal si fuera un nuevo tipo de noticia? Quizás los poetas continuarán siendo ignorados por nuestra cultura dominante, porque ellos están hablando de lo que nuestro mundo materialista y tecnológico no quiere escuchar. ¿Y el mensajero con el mensaje inesperado continuará siendo asesinado? Me gustaría proponer una columna mensual en un periódico con el título Poesía como Noticia. Empezaría con grandes poemas del pasado que continúan siendo noticia. Pienso de inmediato en el poema Dover Beach  de Matthew Arnold: 

¡Oh amor seamos sinceros
uno con el otro!
Porque estamos aquí en esta llanura oscurecida
barrida con alarmas confusas de combates y vuelos
donde ignorantes ejercitos atacan de noche

Por supuesto, pienso también en el Whitman de I hear America singing, en poemas de Homero, Shakespeare, W.B. Yeats, Cavafis, Pablo Neruda, Marianne Moore, e.e. Cummings, Kenneth Patchen, Kennet Rexroth, Allen Ginsberg, y Adrienne Rich. Pienso en las primeras canciones de Bob Dylan y de los Beatles, y quizás la
más reciente poesía de los raperos del Newyorican Café en el Lower East Side. Y pienso en el poeta francés Jacques Prévert a quien traduje cuando estudiaba en Francia:

El tratado de paz 

Casi al final de un súper importante tratado
el gran hombre de estado tropezó
sobre una hermosa frase hueca
cae sobre esta
y deshecho y boquiabierto
muestra sus dientes
jadeando
y las caries de su apacible razonamiento
muestran el nervio de la guerra
la delicada pregunta del dinero

Quartier libre 

Puse mi gorra en la jaula
y salí con el pájaro en mi cabeza
Así que nadie más saluda
preguntó el oficial en mando
nadie
más saluda
repuso el pájaro
ah bien
discúlpeme pensé que uno saludaba
dijo el oficial en mando
usted está completamente excusado 
todo el mundo comete errores
dijo el pájaro

Pero sobre todo, la intuición poética y las intuiciones de la gran poesía continúan siendo nuestro mejor medio para alcanzar a comprender el destino humano. En esta vena, aquí están algunos tópicos para que los poetas ponderen: ¿Por qué es oscuro de noche?, ¿Por qué hay oscuridad en la noche? ¿Es cada orgasmo una pequeña muerte, o un pequeño nacimiento? ¿Es la muerte masculina o femenina o ninguna de las dos? ¿La vida es sueño? ¿Es la vida literalmente un sueño? Y si es así, ¿cuándo es que verdaderamente despertaremos?

San Francisco, febrero 3, 2001.

Nota.  

Traducción realizada por Frank Báez y Giselle Rodríguez Cid. Este texto forma parte del libro  San Francisco Poems. Lawrence Ferlinghetti es uno de los poetas norteamericanos más influyentes y uno de los más conocidos en la actualidad. El año pasado ganó un prestigioso premio por su labor de editor y  dueño de la mítica librería City Lights.