Te estoy
señalando entre las llamas.
El Polo Norte se
ha movido de lugar.
El Destino
Manifiesto no es más manifiesto.
La Civilización
se auto-destruye.
Némesis está
tocando a la puerta.
¿Para qué sirven
los poetas en este tiempo?
¿Para qué se usa
la Poesía?
El estado del
mundo reclama a la poesía que intervenga.
Si vas a ser
poeta, crea obras que puedan responder al desafío de tiempos apocalípticos,
aunque parezcas apocalíptico.
Seas Whitman,
seas Poe, seas Mark Twain, seas Emily Dickinson o Edna St. Vincent, seas Neruda
o Mayakovsky o Pasolini, seas americano o no, tú puedes conquistar a los
imperialistas con palabras.
Si vas a ser
poeta, escribe periódicos llenos de vida. Sé un reportero del espacio exterior,
enviando artículos a ese supremo editor que cree en el descubrimiento total y
que no tolera la mierda.
Si vas a ser
poeta, experimenta con todas las condiciones poéticas, quebrantes gramáticas
sensuales, religiones enajenadas, corrientes paganas hablando en lenguas,
bombástico discurso público, garabateos automáticos, percepciones
surrealistas, flujos de conciencia, sonidos encontrados, desvaríos y
delirios–para crear tu propio sistema límbico, tu propia voz subyacente, tu voz ur.
Si te haces
llamar poeta, no te quedes ahí sentado. La Poesía no es una ocupación
sedentaria, no es un ejercicio de “tomar asiento”. Ponte de pie y
provéela.
Extiende tu
vista, una panorámica global por cada mirada. Expresa la vasta claridad del
mundo, el sol que nos deja ver a todos, la luna que alarga sus sombras sobre
nosotros, las fuentes tranquilas en los jardines, los sauces donde mirlos
cantan a escondidas, el atardecer cayendo sobre la corriente del río, y las
vastedades inmensas sobre el nivel del mar. . . el gran oleaje y el canto de la
garza. . . Y las personas, las personas, si, el mundo entero,
comunicándose en lengua Babilónica. Ponles voz a todas ellas.
Debes decidir si
las voces de las aves son cantos de éxtasis o desesperación, así te darás
cuenta si eres poeta lírico o trágico.
Si vas a ser
poeta, encuentra una forma nueva para los mortales habitar la tierra.
Si vas a ser
poeta, inventa un lenguaje nuevo que cualquiera pueda comprender.
Si vas a ser
poeta, habla de verdades nuevas que el mundo no pueda negar.
Si llegas a ser
un gran poeta, procura transcribir la conciencia humana.
A través del
arte, crea un orden en el caos de la vida.
Haz las nuevas
noticias.
Escribe más allá
de lo temporal.
Reinventa la idea
de la verdad.
Reinventa la idea
de la belleza.
Al amanecer,
betún poético. Al anochecer, betún trágico.
Escucha el ceceo
de las hojas y el susurro de la lluvia.
Pon tu oído en el
suelo y escucha el movimiento de la tierra, la oleada del océano, y los
lamentos de animales que agonizan.
Concibe el amor
más allá del sexo.
Cuestiona cada
cosa y a cada quien, incluyendo a Sócrates, que lo cuestionó todo.
Cuestiona a
“Dios” y a sus aliados en la tierra.
Sé subversivo,
confronta constantemente la realidad y el estatus quo.
Lucha por cambiar
el mundo de tal manera que no haya más necesidad de ser divergente.
Inventa del Hip
Hop y el Rap tu camino hacia la liberación.
Intenta ser el
cantante salvaje que se convierte en la mano derecha de un rey pacifista.
Repasa entre las
vidas y escribe entre las líneas.
Tus poemas deben
ser más que deseos comerciales para los corazones rotos.
Un poema debe
cantar y salir contigo volando o es un pato muerto con un alma en prosa.
Un poema lírico
debe alzarse con todos los sonidos encontrados en el abecedario de una sopa.
Escribe las
palabras de los astrónomos que han visto, como Heinrich Olber, el lugar donde
la luz predomina.
Recuerda que “La
noche, unas cuantas estrellas” tiene más fuerza poética que un catálogo entero
sobre los firmamentos.
Las imágenes de
tu poema son jamais vu, no déjà vu.
Las palabras
pueden salvarte donde no pueden las armas.
Decide si un
poema es una pregunta o una declaración, una meditación o una protesta.
Reinventa América
y el mundo.
Escala la Estatua
de la Libertad.
Desconfía de
metafísicas, cree en la imaginación y fertilízala.
En vez de querer
escapar de la realidad, únete a la carne del mundo.
Si te haces
llamar poeta, cántalo, no lo declares.
No dejes que se
diga de ti que la derretida imaginación ahogó la sensibilidad de tu corazón.
Dale de nuevo viva
voz al relato de un cuento.
Sé narrador de
grandes aventuras, incluyendo las más sombrías.
Dale voz a las
calles sin lenguaje.
Haz menos
corrientes las palabras comunes.
Discute con el
destino del hombre como si fueras su amante.
Besa el espejo y
escribe sobre lo que ves y lo que escuchas.
Poeta, sé espía
de Dios, si Dios existe. Pintor, pinta su ojo, si lo tiene.
Sé el escándalo
lúgubre ante las bóvedas de la existencia.
Mira la rosa a
través de los lentes de colores del mundo.
Sé un ojo entre
los ciegos.
Baila con los
lobos y cuenta las estrellas, incluyendo las que no se ven.
Sé ingenuo, no
cínico, como si hubieras recién aterrizado en la tierra, sorprendido del lugar
que has encontrado.
Pregunta con un
corazón puro el significado inescrutable de las cosas y nuestro destino
tragicómico.
¿Estás dotado de
alquimia y bañado de sorpresa? ¿Tu sonido es enloquecido? Sé un tonto Zen.
El brillo de la
poesía da sombra. Píntala también.
Nunca puedes ver
ni oír ni sentir demasiado. Si puedes sopórtalo.
Esfuérzate por
recobrar la inocencia del ojo de tu niñez.
Compone en el
idioma, no en la página.
Como un budista,
escucha tu propia respiración.
Baja la voz y habla
desde el pecho, no desde tu nariz.
Cuando estés
haciendo tu poesía, no trates de romper los cristales en la siguiente zona
postal.
En este
arte, no tienes un maestro de canto, ponle atención a tu oído.
Eres tan bueno
como lo es tu oído. Una lástima si es de hojalata.
Canta ¡Hola!
Escribe un poema
infinito acerca de tu vida en la tierra o en cualquier otra parte, una poesía
sorprendente.
Un poema
sorprendente debería nacer de la suma de todos tus poemas, conteniendo más que
la realidad de la superficie, algo más que “lo que pasa por la ventana.”
Encuentra la
realidad profunda, si es que hay una.
Tu lenguaje debe
cantar, con o sin ritmo, para justificar su estadía en la tipografía de la
poesía.
Haz que la poesía
sea más que una “palabra dicha”; hazla que “cante.”
Acompaña tu voz
con un instrumento de música u otro sonido y deja que tus poemas se tornen
canción.
Sobrelleva a los
cantantes folclóricos ya que son los verdaderos poetas cantores de ayer y de
hoy.
Lee entre líneas
el discurrir humano.
Haz que tu mente
aprenda a llegar al corazón.
Tu vida es tu
poesía. Si no tienes corazón, escribirás poesía sin corazón.
Evita lo
provinciano, vete por lo universal.
No talles
piedras. Sumérgete en el mar por la poesía, cada poema es un pez
reluciente.
Habla lo
indecible, haz visible lo invisible.
Piensa
subjetivamente, escribe objetivamente.
Sé un escritor de
la imaginación. Lo concreto es más poético.
Imagina largos
pensamientos en frases cortas.
Si vas a ser
poeta, no creas que pensamientos raros son poesía.
Tres líneas así
por así no hacen un haikú. Es necesaria una epifanía para que rompa.
Después de un recital
de poesía, nunca hagas una sesión de preguntas y respuestas. La poesía pone al
público por las nubes. Un cuestionamiento lo baja todo a prosa. ¿A un cantante
folclórico le preguntan por sus canciones?
Como un campo de
girasoles, un poema no debería razonarse.
Si un poema tiene
que ser explicado, ha fracasado en el camino.
Un poeta no
debería discutir el oficio de la poesía o el proceso de creación. Es más que un
intercambio secreto, mitificado por sus misterios.
Cualquier cosa
que diga un poeta sobre su trabajo es una excusa que no
debería contemplarse.
¿Quieres ser un
gran escritor o un gran académico, un poeta burgués o un radical brillante?
¿Te imaginas a
Shelley presentándose en un taller de poesía?
Todavía hay
talleres de poesía que pueden crear comunidades poéticas en los campos de
América donde muchos se sentirán solos y perdidos por la escasez de almas
gemelas.
Si tienes que
enseñar poesía, introdúcela con la tiza deslumbrante en el pizarrón.
Ideas no sólo en
los sentidos. Nihil in intellectu quod non prius in sensu.
Si llegas a ser
un gran poeta, haz coro con poetas pensantes. Son difíciles de encontrar.
La poesía que
se piensa no necesita estar bajo un éxtasis.
Lee a novelistas
épicos, a poetas proféticos, a grandes cuentistas, a mentes admirables.
Frecuenta
librerías.
¿Qué estás
pensando? ¿Qué tramas? Abre tu boca y para de balbucear.
No seas de mente
tan abierta que se te caiga el cerebro.
Conviértete en la
mente moderna y renuévala.
Deshazte de las
telarañas.
Cultiva la
disidencia y el pensamiento crítico. El primer pensamiento podría ser el peor.
Persigue a la
Ballena Blanca pero no la arponees. Mejor ase su canto.
Permite que los
vuelos te deslumbren–los vuelos de inaudita imaginación.
Supera las
grandes expectativas y las profecías fatales.
Si llegas a ser
un gran poeta, sé la conciencia humana.
Resiste más,
obedece menos.
Desafía el
capitalismo enmascarado de la democracia.
Desafía todos los
dogmas políticos, incluyendo el populismo radical y el socialismo hooligan.
Considera el
Sufismo, en especial su éxtasis tántrico, en el cual el lenguaje de la poesía
dirige el corazón y por consiguiente al alma.
Gloria al
pesimismo del intelecto y al optimismo de la voluntad.
No infles globos
de desesperación.
La poesía es
yerbas y capullos, no ramillas. Fúmala para que te encienda.
Induce la alegría
colectiva en el momento de melancolía general.
Libera en secreto
cualquier animal que veas en una jaula.
Libera a los
despojados y enfurece a los déspotas.
Haz un ruido
bárbaro sobre las azoteas del mundo.
Emite el gran
graznido.
Remienda tus
poemas con la sal de la tierra.
Defiende a los
estúpidos y a los locos.
Mira la eternidad
en los ojos de los animales.
Mira la
eternidad, no la noche pasada, sino esta misma noche.
Expresa lo
inexpresable.
No seas tan
reservado con el hombre de la calle.
Sé un pájaro
cantor, no una cotorra.
Sé un canario en
la mina de carbón. (Un canario muerto no es simplemente un problema
ornitológico.)
Sé también un
gallo, despertando al mundo.
Escribe poemas
cortos con la voz de los pájaros.
El canto de los
pájaros no está hecho con máquinas. Dale a tu poema alas para que vuele sobre
la copa de los árboles.
No complazcas,
especialmente al público oyente, lectores, editores o publicistas.
No satisfagas a
la Mente Mediana de América ni a la sociedad consumidora. Sé poeta, no un
mercader. Intenta otra cosa por dinero.
No pisotees a los
académicos que dicen que un poema debería tener unidad, armonía, riqueza,
verdad, belleza, bondad.
Ve al mar, o
trabaja cerca del agua, y rema tu propio bote.
¿Por qué escuchas
a críticos que no han escrito grandes obras maestras?
No produzcas
poesía por Libras.
No escribas
reestrenos de realidades virtuales.
Sé un lobo en el
corral del silencio.
No peles la
banana del nihilismo, aún cuando escuches el rugido de la Nada.
Llena el oscuro
abismo que bosteza detrás de cada rostro, de cada ser vivo, de cada nación.
Crea un poema
nuevo con cada experiencia y vence la miopía del momento.
Prende los
instantes, un latido del corazón por segundo.
Guarda tu
teléfono móvil y está aquí ahora.
Busca lo duradero
en lo evanescente y efímero.
Crea ondas
permanentes, no sólo en las cabezas de mujeres con estilo.
No enredes tu
bigote en sótanos sin esperanza, escribiendo sartas incomprensibles.
¿Por qué vivir en
las sombras? Consíguete un asiento en la Barca Solar.
No dejes que te
digan que la poesía es tontería.
No dejes que te
digan que la poesía es para las aves.
Ríete fuerte
cuando te digan que los poetas son inadaptados o terroristas en potencia y un
peligro para el estado.
No dejes que te
digan que la poesía es una neurosis de las que algunas personas nunca salen.
Ríete cuando te
digan que la poesía está escrita por el Espíritu Santo y que sólo eres un
escritor fantasma.
No seas de los
que creen que la poesía es irrelevante en tiempos de incertidumbre.
No dejes que te
digan que los poetas son parasiti.
Ríete de los que
digan que la poesía es financiada por la Inseguridad Social.
No les creas
cuando te digan que nadie compra el título especulativo de la poesía en la
bolsa de valores en nuestra cultura de casino.
A menos que te
urja cantar, no abras la boca.
Si no tienes nada
que decir, no lo digas.
No enseñes así.
No digas No.
Ríete de los que
digan que vives en un mundo soñado. Sueña tu propia realidad. Detente en esas
costas de la realidad.
Ríete de esos que
te digan “Haz prosa, muchacho, haz prosa.”
Si te consideras
poeta en el closet, sal del closet. Está oscuro ahí.
Atrévete a ser
una guerrilla poética no–violenta, un antihéroe.
Suaviza tu voz
más dominante con compasión.
Obtén vino fresco
de las uvas de la ira.
Recuerda que los
hombres y las mujeres son infinitamente felices, seres que sufren
infinitamente.
Aparta las
cortinas, abre las ventanas de par en par, levanta el techo, destornilla las
chapas de las puertas, pero no te deshagas de los tornillos.
No destruyas el
mundo a menos que tengas algo mejor para reemplazarlo.
Reta a Némesis,
la diosa de la venganza, la diosa envidiosa.
Comprométete con
algo fuera de tu ser.
Hazlo con pasión.
Si fueras a sacar
la fama de las llamas, ¿dónde está tu arco ardiente, dónde están tus dardos del
deseo, dónde tu ingenio encendido?
Al bajarse los
pantalones el poeta, su ‘ars poética’ debe ser evidente, ya que levanta líricas
erectas.
La clase superior
empieza guerras; las clases inferiores las pelean. Los gobiernos mienten.
Muchas veces la voz del gobierno no es la de la gente.
Denuncia.
Manifiesta. El silencio es complicidad.
Sé la mosca del
estado y también su luciérnaga.
Y si tienes dos
lonjas de pan, haz como hicieron los Griegos –vende uno y con el dinero
sobrante cómprate girasoles.
¡Despierta, el
mundo se quema!
Tenga un buen
día.
Nota. El 24 de marzo Lawrence Ferlinghetti
cumplirá ochenta y un años de vida. Este es su libro más reciente publicado a
finales del año pasado. Es una especie de compilación de poemas anteriores que
mirados con fina atención encierran algunos cambios o alteraciones. Ha
realizado entrevistas, lecturas pólvora, apariciones en emisoras de radio, en
librerías, claro que ya no como el poeta de dieciséis o de
cuarenta. Yo me haré cargo de marcarle a City Lights en este momento
y cuando empiece a sonar y mi corazón lata vertiginosamente y alguien lo
levante, preguntaré por el viejo amigo…
(Traducción y nota Paúl
Álvarez)
Lawrence
Ferlinghetti. (1919).
Poeta y pintor norteamericano. Entres sus libros se destacan Pictures
of the Gone World (1955), Coney Island of the Mind (1958), Landscapes
of Living and Dying (1980), A Far Rockaway Of The Heart (1998),
entre otros. Es uno de los
poetas norteamericanos más influyentes y uno de los más conocidos en la
actualidad. El año pasado ganó un prestigioso premio por su labor de editor y
dueño de la mítica librería City Lights. Anteriormente, se publicaron en la
quinta edición de Ping Pong su Discurso inaugural del poeta laureado de
San Francisco y Retos para poetas jóvenes; y en la primera
edición, un encuentro que el poeta Paúl Álvarez tuvo con él durante un festival
de poesía.