Revista
Ping Pong
¿Cuál fue tu primer contacto con la publicación: recitales, blogs,
revistas, festivales, premios…?
Néstor E. Rodríguez - Mi
primer contacto con la publicación de poesía fue a través de una
revista electrónica que editaba mi viejo amigo Pedro Cabiya. Se
llamaba "El
fémur de tu padre." Me publicó un único poema titulado “Jano”. Poco tiempo después
salieron algunos textos míos en la revista de un colectivo de poetas
de la facultad de Humanidades de la Universidad de Puerto Rico: "En
la mirilla." De ahí en adelante empecé a diseminar mis textos regularmente,
sobre todo en revistas cibernéticas.
Revista
Ping Pong
¿Cuál es la imagen que piensas que se proyecta de la actual poesía
dominicana? ¿Consideras que se atiene a la realidad de la actual
creación?
Néstor E. Rodríguez - El
panorama de la creación en cualquier país es siempre heterogéneo,
por más que el afán de los críticos, y a veces hasta de los mismos
creadores, pretenda encorsetar esa diversidad con etiquetas de
generaciones y grupos. La poesía dominicana actual proyecta una
imagen de gran vitalidad, en particular en los foros electrónicos.
No faltan las vacas sagradas y sus acólitos copando los suplementos
y revistas con más de lo mismo, como ocurre en cualquier país, pero
entre la producción de los más jóvenes y la de voces consagradas
pero no ruidosas, como por ejemplo Norberto James, se aprecian
poderosos destellos.
Revista
Ping Pong
¿Crees que el desinterés dejado por las generaciones anteriores a
la poesía y a su difusión (ausencia de revistas y editoriales) ha
afectado a los poetas más jóvenes? O al contrario, ¿los ha
fortalecido y los ha conducido a explorar nuevas formas de expresión
y difusión?
Néstor E. Rodríguez - Los
poetas jóvenes, y algunos no tan jóvenes en años, han sabido
aprovechar los medios electrónicos en la diseminación de su
trabajo. No creo que haya un desinterés por la poesía en República
Dominicana. Lo que hay es un desinterés de los medios tradicionales
por dar al arte en general el espacio que merece. En un país en
donde todo se mide con criterios gananciales, la poesía se ve como
una inversión de alto riesgo.
Revista
Ping Pong
¿Puedes identificar los pros y los contras de las agrupaciones, los
movimientos o las mafias en la poesía dominicana?
Néstor E. Rodríguez - Soy
producto de la dinámica de los talleres literarios; me formé
participando de ellos en Puerto Rico. Yo le encontré valor a
participar en ese tipo de foros en los que podías leer tu obra y te
la criticaban. Por lo que he notado, en República Dominicana hay una
buena tradición de talleres literarios. Ahora bien, el lado menos
atractivo de la dinámica del taller se aprecia cuando de ese tipo de
iniciativa surge una escuela, con la consecuente estética particular
que hay que defender a toda prueba. Creo que República Dominicana es
el país con más movimientos literarios por kilómetro cuadrado en
el mundo entero. Algunos poseen manifiestos sugerentes y cuentan con
seguidores cuya obra es digna de admirar, como sucede con algunos
poetas del Interiorismo. Pero también figuran movimientos como el de
la Metapoesía, cuyos postulados le arrancan una carcajada al lector
más ecuánime. ¡Y tiene hasta sucursales en España y otros países
de Latinoamérica!
Revista
Ping Pong
Además de escribir poesía, ¿incursionas en otros géneros
literarios?
Néstor E. Rodríguez - También
escribo cuentos y ensayos.
Revista
Ping Pong
¿Cuáles consideras que son tus influencias? ¿Cuáles opinas que
son los referentes literarios a los que miras en tu poética?
Néstor E. Rodríguez - Mi
poesía se ha visto marcada por ciertas figuras que me han cautivado
particularmente como lector de poesía. Pienso en los peruanos Emilio
Westphalen y Blanca Varela; los españoles Aníbal Núñez y José
Ángel Valente, los puertorriqueños José María Lima y Joserramón
Melendes, el mexicano David Huerta, la cubana Reina María Rodríguez,
los dominicanos Pedro Mir y Norberto James. También tengo que
admitir que le debo mucho al contacto con la obra de tres grandes
amigos: León Félix Batista y los puertorriqueños Noel Luna y J. P.
Emmanuel.
Revista
Ping Pong
¿Qué relación mantienes con los poetas dominicanos que viven en
el país y en el exterior?
Néstor E. Rodríguez - Mantengo
comunicación constante con poetas dominicanos de dentro y fuera de
la isla. También cultivo la incomunicación con muchos otros vates
criollos. A unos y a otros los leo con atención.
Revista
Ping Pong
¿Y con la poesía en otras lenguas?
Néstor E. Rodríguez - En
los últimos años he podido entablar amistad con excelentes poetas
que escriben en lengua inglesa: el bahameño Christian Campbell, el
brasileño Ricardo Sternberg y el australiano Chris Andrews.
Disfruto de la poesía en lengua inglesa, la cual encuentro de una
riqueza singular. Entre sus poetas muertos, soy fanático de la obra
de George Oppen y de algunos libros de Carl Rakosi. Entre sus poetas
vivos, me cautiva la obra de la canadiense Dionne Brand, la del
sierraleonés Oumar
Farouk, la del nigeriano Tolu Ongulesi y la de la trinitense Vahni
Capildeo. Mención aparte merece la monumental obra de Derek Walcott,
a quien idolatro desde mis años universitarios.
Revista
Ping Pong: ¿A qué piensas que se debe que la poesía dominicana se
conozca tan poco a nivel internacional?
Néstor E. Rodríguez - Pienso
que ha faltado algo tan simple como la buena fe para proyectarla y
diseminarla, para apostar a ella. Los pocos autores que han logrado
algún tipo de visibilidad en el exterior, principalmente a través
de antologías, revistas y suplementos, han conseguido esa presencia
por iniciativa propia. El mundillo poético dominicano tiene una
dosis alta de ruindad (bueno, qué mundillo literario no la tiene), y
esto hace que haya muy pocos creadores que celebren la obra de sus
pares a nivel internacional. Cuando se dé un mayor sentido de la
solidaridad entre nuestros poetas, se abrirán muchas más puertas.
Revista
Ping Pong
Además de escribir poemas, ¿te interesa la traducción, escribir
reseñas o críticas, participar en recitales, hacer perfomances…?
Néstor E. Rodríguez - He
traducido del inglés poemas de Walcott, Ricardo Sternberg, Christian
Campbell y Chris Andrews. La crítica de poesía también la practico
con consistencia desde hace unos diez años. También he participado
en recitales desde mis tiempos en la Universidad de Puerto Rico en la
década del noventa. Todas estas actividades las siento
complementarias.
Revista
Ping Pong-
¿Qué diferencias estableces entre lo que publicas en el blog (si
tienes blog) y lo que publicas en un libro?
Néstor E. Rodríguez - Desde
2005 mantengo un blog: Los años de Odradek.
Allí he publicado mucha de mi poesía, además de crónicas, cuentos
y crítica. A lo que publico en el blog le pongo el mismo rigor que
le pongo a los textos destinados a un libro. En cierto modo, ese blog
es como un libro que siempre se está haciendo.
Revista
Ping Pong -
¿En qué estás trabajando actualmente?
Nestor E. Rodríguez - Tengo
dos proyectos en remojo: mi tercer poemario, que he titulado Limo,
y un ensayo académico sobre Pedro Henríquez Ureña.
Poemas de Néstor E. Rodríguez
Horizonte de sucesos
En el vértice del fulgor
el oro que flamea
y no parece invocar
con este lance nada.
Ni una mueca precisa,
ni un sobresalto.
La muerte rotunda del poeta José
María Lima
¿Imaginé siquiera en aquel gesto
lo que pesa una letra en la epidermis?
A los veinte años moraba en las
imágenes
furtivas de esos versos secos y
espectrales.
Veinte han transcurrido desde aquel
fogonazo.
La resaca me dice que aún quedan
alquimias en proceso,
vestigios de un libro
que eras tú mismo,
marcado por lo no dicho
en décadas de ágapes y anuarios.
La duración de ese sigilo sibilino
brilla
como una muesca en su propia reserva,
el fulgor de cieno de un viejo
cascarrabias con vocación de orate.
Por eso conmueve la medida de tu
pérdida,
esa muerte rotunda
que nos seguiremos pasando como un
amuleto.
Limo
De pronto
te define el légamo,
la savia que antes conoció
usos y costumbres.
Ahora que los pasos
se rinden
al acoso milimétrico
el estuche se enlaza,
te regala un motivo.
Néstor E.
Rodríguez (La Romana, 1971) ha
publicado su poesía en revistas y suplementos literarios de América
latina, así como en diversas antologías de la región, entre ellas
Antología de la poesía latinoamericana
del siglo XXI (Siglo XXI, 1997) y El
decir y el vértigo: panorama de la poesía hispanoamericana reciente
(Filodecaballos, 2005). En 2001 ganó en Puerto Rico el
Certamen de Poesía Olga Nolla con Animal pedestre (Terranova,
2004). Su segundo poemario: El desasido, apareció en México,
en 2009, bajo el sello de El Billar de Lucrecia. Reside en Canadá,
en donde labora como catedrático de literatura en la Universidad de
Toronto.